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Actualidad

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Tiene entre 18 y 29 años, vive en crisis permanente y siente que el sistema nunca jugó a su favor. En ese contexto, Javier Milei dejó de ser solo un dirigente disruptivo para convertirse en un canal de expresión de una bronca acumulada. No es idolatría ciega: es hartazgo, ruptura y búsqueda de sentido en un país que dejó de ofrecer futuro.

Una generación sin promesa de progreso

Los jóvenes que hoy adhieren a Milei crecieron sin conocer estabilidad económica. A diferencia de sus padres o abuelos, no vivieron ciclos de ascenso social ni etapas de previsibilidad. Su biografía está marcada por la inflación crónica, la precarización laboral, la imposibilidad de ahorrar y la frustración de estudiar sin garantías de inserción profesional.

Para esta franja etaria, el concepto de “progreso” no es una meta postergada: es una experiencia ajena. Y cuando no hay nada que conservar, la idea de romper con todo deja de parecer riesgosa.

El rechazo a la política tradicional

En el diagnóstico joven, la política argentina aparece como un circuito cerrado que se reproduce a sí mismo. Los mismos nombres, los mismos partidos, los mismos discursos y resultados que nunca llegan.

El peronismo, en particular, ya no es percibido como un movimiento de inclusión social, sino como una estructura de poder permanente asociada a inflación, clientelismo y estancamiento. El radicalismo, en tanto, aparece diluido, sin identidad clara y subordinado a alianzas coyunturales.

Milei irrumpe ofreciendo un esquema simple y confrontativo: la casta contra la gente. Sin matices ni zonas grises. Una lectura que, para muchos jóvenes, ordena el caos.

Un lenguaje que rompe el molde

Mientras la dirigencia tradicional cuida las formas, mide palabras y se refugia en tecnicismos, Milei grita, exagera, se equivoca y confronta. No actúa como un político clásico: se comporta como un outsider que no pide permiso.

En la lógica de las redes sociales, donde priman la autenticidad y la emocionalidad, ese estilo resulta más eficaz que cualquier discurso institucional. Para una generación criada entre streams, memes y viralización, la corrección política suena lejana y poco creíble.

El Estado visto como obstáculo

A diferencia de generaciones anteriores, muchos jóvenes no asocian al Estado con protección o ascenso social. Lo ven como una estructura que cobra, regula y limita, pero que no devuelve en oportunidades.

Impuestos sin contraprestación, burocracia interminable y políticas públicas que parecen beneficiar siempre a otros conforman un malestar que Milei traduce en una consigna directa: el problema no sos vos, es el sistema.

El regreso del mérito como bandera

En un contexto donde el esfuerzo parece no rendir y el acomodo parece imponerse, la reivindicación del mérito adquiere un valor simbólico central. Milei propone una narrativa donde el trabajo individual vuelve a ser moralmente recompensado.

No se trata solo de economía. Para muchos jóvenes, es una reivindicación ética: que el sacrificio personal no sea castigado por reglas arbitrarias.

Rebeldía en clave libertaria

Cada generación canaliza su rebeldía de forma distinta. Si otras lo hicieron desde el progresismo o la izquierda, esta lo hace desde una postura anti-Estado, anti-política tradicional y profundamente crítica del consenso dominante.

Acompañar a Milei también implica incomodar, provocar y romper acuerdos que sienten impuestos desde arriba. No es conservadurismo clásico: es una forma contemporánea de antisistema.

No fanatismo, sino herramienta

Un error frecuente es asumir que los jóvenes idealizan a Milei. En muchos casos, no ocurre. Lo perciben como un instrumento de choque, una oportunidad para forzar un cambio abrupto en un sistema que consideran agotado.

Si funciona, mejor. Si fracasa, al menos habrá expuesto los límites de una política que dejó de interpelarlos.

Una señal de alerta para la dirigencia

Javier Milei no creó el malestar juvenil. Lo interpretó y lo amplificó. Su crecimiento entre los jóvenes no es una anomalía, sino un síntoma.

La pregunta de fondo no es por qué una parte de la juventud lo acompaña.

La pregunta incómoda es por qué el resto de la política dejó de ofrecerles un horizonte creíble durante tanto tiempo.

Análisis Litoral

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La causa judicial que investiga al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia, por presunto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito dejó de ser un expediente concentrado en los despachos porteños para proyectar sombras cada vez más densas sobre el interior del país. En las últimas semanas, el avance de la investigación sumó derivaciones que alcanzan directamente a Concordia y, por extensión, a sectores del Partido Justicialista, a partir del rol que habría cumplido el financista local Ariel Vallejos, titular de la firma Sur Finanzas.

La Dirección General Impositiva (DGI) puso bajo la lupa una serie de movimientos financieros que encendieron alarmas: monotributistas con cuentas millonarias, presuntamente utilizados como testaferros, triangulación de fondos y bienes colocados a nombre de terceros. En ese contexto, el organismo recaudador solicitó profundizar la investigación sobre familiares directos de Vallejos, algunos de ellos con domicilio en Concordia, ante la sospecha de que activos y dinero habrían sido registrados a su nombre para ocultar a los verdaderos beneficiarios.

La mansión allanada de supuestos testaferros de Chiqui Tapia

Uno de los datos que aparece como punta del ovillo es revelador: Vallejos figura como autorizado a conducir un Mercedes Benz GLC 300 modelo 2021, vehículo que está inscripto a nombre de su madre, Graciela Vallejos (65). Lejos de ser un hecho aislado, ella aparece también como titular de sociedades utilizadas por el financista en los últimos años, entre ellas Centro de Inversiones Concordia, una firma que vuelve a colocar a la ciudad en el centro de un entramado financiero que hoy es materia judicial.

El origen concordiense del negocio y un apellido conocido

Otra línea de investigación que incomoda al poder local remite a los inicios de Vallejos como financista en Concordia. Según versiones que ahora son analizadas por los fiscales, su desembarco en el negocio habría comenzado con la compra de una financiera que pertenecía a los hermanos Yelin, empresarios de la ciudad con diversos emprendimientos, dos casas de cambio y actividades financieras. La mención de este apellido suma un nuevo capítulo a la trama y refuerza la hipótesis de que Concordia no fue un escenario marginal, sino un punto clave en la construcción de la estructura financiera hoy investigada, cuyos pasos tambien amplían la investigación hacia nuevas inversiones cuantiosas a las que investigan la procedencia del dinero incluida una estación de expendio de combustibles .

Política, asesorías y la sombra del enriquecimiento ilícito

La causa avanza también sobre el plano político. Los fiscales buscan determinar si Ariel Vallejos se desempeñó como asesor del entonces diputado Sergio Massa en la Cámara de Diputados, lo que abriría la puerta a una eventual imputación por enriquecimiento ilícito. Una figura penal similar podría alcanzar a Tapia, quien reviste carácter de funcionario público al presidir la Ceamse, el organismo encargado del tratamiento de residuos del Área Metropolitana de Buenos Aires, cargo al que regresó recientemente con el aval del gobernador bonaerense Axel Kicillof.

Este dato no es menor: la condición de funcionario público es clave para tipificar el delito de enriquecimiento ilícito y agrava el cuadro judicial del presidente de la AFA.

Defensa mediática y amenazas al periodismo

En el plano público, el único defensor visible de Tapia y de su influyente tesorero Pablo Toviggino es el abogado Gregorio Dalbón, conocido por representar a Cristina Fernández de Kirchner. Dalbón protagonizó una fuerte polémica al amenazar públicamente a periodistas desde su cuenta en la red social X, en particular al comunicador Esteban Trebucq (LN+), a quien le sugirió que “se compre zapatillas para recorrer tribunales”, un episodio que volvió a poner en discusión la relación entre poder, justicia y libertad de prensa.

Mientras tanto, el periodismo de investigación puso el foco en una lujosa mansión ubicada en Pilar, con autos antiguos, haras y helipuerto, que estaría vinculada a Tapia y Toviggino. La Coalición Cívica, con la firma de Elisa Carrió y otros dirigentes, presentó un pedido formal ante la Justicia para que se investigue esa propiedad, a sus presuntos dueños y a posibles testaferros.

Sur Finanzas, clubes y donaciones bajo sospecha

Sur Finanzas pasó en pocos años de ser una financiera de bajo perfil a manejar miles de millones de pesos en operaciones vinculadas a clubes de la AFA. Según trascendió, la empresa realizaba donaciones a instituciones del fútbol profesional con la condición de que se colocaran placas visibles en homenaje a la financiera. Sin embargo, clubes importantes como Independiente se negaron a exhibirlas al no haber recibido la totalidad del dinero prometido, lo que alimentó sospechas de maniobras fraudulentas.

La DGI detectó, además, cuentas a nombre de terceros con fondos que no corresponderían a sus titulares reales, reforzando la hipótesis de triangulación de dinero y ocultamiento de activos.

Un entramado judicial cada vez más complejo

La investigación ya involucra a cuatro magistrados: los jueces federales Luis Armella, Federico Villena y Daniel Rafecas, y el juez en lo Penal Económico Javier López Biscayart. Rafecas solicitó que la Cámara Federal determine si la causa por lavado de dinero y enriquecimiento ilícto continuará bajo su órbita o pasará definitivamente al fuero Penal Económico.

Tensión en la AFA y final abierto

Dirigentes del fútbol aseguran que la AFA atraviesa uno de sus momentos institucionales más delicados. Según distintas fuentes, Tapia, Toviggino y Luciano Nakis —prosecretario de la AFA y aspirante a presidir Independiente— habrían incrementado notablemente su patrimonio en los últimos años. “No llega al próximo Mundial”, aseguró un dirigente con peso político en el ambiente, que anticipa que una eventual salida de Tapia sería consecuencia de una resolución judicial y no de una interna dirigencial.

A este clima se suma el malestar por el manejo del arbitraje y las decisiones disciplinarias, con episodios inéditos que profundizan la crisis de credibilidad.

Concordia en el centro del escándalo

La causa ya desbordó lo deportivo y avanza con impacto político, económico y judicial. Concordia aparece ahora mencionada en el corazón de la investigación a partir del rol de Ariel Vallejos, sus vínculos familiares, el origen local de sus negocios y las conexiones con actores financieros de peso. El Partido Justicialista, que gobierna la ciudad y la provincia, observa con preocupación derivaciones que podrían escalar hacia figuras de relevancia nacional.

En los pasillos del poder futbolístico y político, cada vez son más los que hablan del comienzo del final del ciclo de “Chiqui” Tapia. Por estas horas, el presidente de la AFA enfrenta algo más que una investigación judicial: enfrenta el riesgo concreto de quedar definitivamente solo.

Con información de Joaquín Morales Solá.

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En el país de las corporaciones silenciosas —esas que casi nunca aparecen en la tapa de los diarios pero deciden más de lo que admiten— el Gobierno abrió una de las discusiones más profundas de los últimos años: la eliminación de la matriculación obligatoria para profesionales. Abogados, escribanos, médicos, contadores… todos atravesados por un sistema que, lejos de mejorar la calidad del ejercicio, terminó convirtiéndose en un peaje institucionalizado.

Desde Análisis Litoral venimos señalando hace tiempo que esta reforma no solo es necesaria: es de sentido común. Y que, a pesar de eso, muchos eligen no verla por conveniencia, silencio cómplice o defensa de privilegios.

La iniciativa —que, como era previsible, lleva la impronta de Federico Sturzenegger— propone algo elemental: que un profesional habilitado por una universidad pueda trabajar con su solo título, sin estar obligado a pagar tributos permanentes a un colegio profesional que, en la práctica, no le devuelve nada concreto. Hoy, en Argentina, tener un título no alcanza. Para ejercer se exige una matrícula periódica y, en muchos casos, el pago de bonos por cada trámite, acto jurídico o intervención profesional. El resultado es una red de cajas millonarias sostenidas por la obligación de aportar, no por la confianza ni por la utilidad real.

Lo llamativo es que, cuando se busca justificar ese esquema, las respuestas giran siempre en torno a frases como “garantizar derechos”, “cuidar la ética” o “proteger a la sociedad”. Consignas repetidas hasta el cansancio que se desarman cuando se observa cómo funcionan los colegios en la vida real y a quiénes terminan beneficiando.

El ejemplo más contundente fue la pandemia. Mientras miles de abogados reclamaban poder trabajar —literalmente, para no pasar hambre—, los propios Colegios de Abogados se presentaron en los expedientes judiciales en contra de sus matriculados, sosteniendo que no tenían legitimidad para defender su derecho al trabajo. Una escena surrealista pero real: la institución que debía representarlos terminó boicoteándolos. Esa contradicción deja al descubierto lo esencial: los colegios profesionales dejaron de ser órganos de representación y pasaron a funcionar como estructuras de poder.

El rol político de estas entidades es tan visible que sorprende que aún se intente negarlo. Autoridades colegiadas que luego buscan lugares en el Consejo de la Magistratura, dirigentes que saltan a listas legislativas, estructuras internas dominadas por sectores partidarios tradicionales. Lo que debería ser un ámbito de actualización técnica, debate profesional y defensa corporativa se transformó en una maquinaria de financiamiento político sostenida por matrículas obligatorias. Por eso no sorprende que figuras como Jimena de la Torre salgan a defender el statu quo con discursos sobre “garantizar derechos”: más que derechos, lo que se defiende es el control de las cajas.

El verdadero debate no pasa por eliminar colegios, sino por terminar con la afiliación forzada. La propuesta apunta a convertirlos en lo que siempre debieron ser: asociaciones voluntarias. El que quiera aportar, participar y sostener un colegio profesional, que lo haga. El que no, que pueda ejercer igual. Mientras el profesional tenga su título debidamente asentado en el organismo correspondiente —un consejo de educación, un registro oficial o el ministerio que regule la actividad— no existe razón objetiva para impedirle trabajar. El título habilitante debería ser suficiente; todo lo demás es carga adicional sobre la labor profesional.

Esa carga no es solo burocrática. Es económica y previsional. Las leyes provinciales de matrícula obligan, además, a aportar a cajas previsionales profesionales cerradas, sin posibilidad de elección. Allí también se juega una parte central del debate: la libertad del profesional para decidir dónde aportar para su jubilación. Hoy, muchos están atados a sistemas que exigen aportes elevados y, aun así, garantizan jubilaciones mínimas. Cuando se plantea la posibilidad de elegir, aparecen los sectores que viven “prendidos como sanguijuelas” de esas cajas, aferrados a un esquema que solo se sostiene por imposición legal. Cuando el aporte deja de ser obligatorio, muchos deberán salir a buscar legitimidad donde antes solo había obligación.

Por eso la resistencia es tan feroz. No es ideológica. Es económica. Es política. Es la reacción lógica de estructuras que nunca tuvieron que competir ni demostrar utilidad real. De allí surge la pregunta que desvela a muchos dirigentes colegiados: ¿cuántos matriculados quedarían si la inscripción dejara de ser obligatoria? La respuesta, probablemente, explique la urgencia por frenar el proyecto.

La eliminación de la matrícula obligatoria no es solo una reforma normativa. Es una reforma cultural. Termina con el monopolio histórico de sectores que sobrevivieron no por eficiencia ni representación, sino por obligación legal. En tiempos donde la sociedad exige menos castas, menos intermediarios y menos estructuras opacas, este debate es inevitable.

Desde Análisis Litoral sostenemos que permitir trabajar sin peajes corporativos es un acto básico de justicia. La reforma no elimina derechos, no destruye profesiones ni desprotege a nadie. Elimina privilegios. Y deja expuesto quiénes se beneficiaron durante décadas de un sistema cerrado, caro y profundamente desconectado de la realidad de los profesionales.

Es lógico que algunos griten.
Es saludable que, esta vez, no puedan frenar el debate.

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El gobernador Rogelio Frigerio destacó hoy la decisión del gobierno nacional de reducir nuevamente las retenciones, al considerar que “es un paso más en el rumbo correcto para aliviar la carga sobre quienes producen, mejorar la competitividad y darle aire a nuestras economías regionales”.

“Celebro la decisión del gobierno nacional de volver a bajar las retenciones. Es un paso más en el rumbo correcto: aliviar la carga sobre quienes producen, mejorar la competitividad y darle aire a nuestras economías regionales”, señaló el mandatario entrerriano en su cuenta de X.

Frigerio remarcó que para provincias productivas como Entre Ríos la medida tiene un impacto directo en la inversión y en la generación de empleo genuino. “Para provincias productivas como la nuestra, cada punto menos se traduce en más inversión, más actividad y más empleo privado”, afirmó.

Al mismo tiempo, sostuvo que la reducción es solo un avance dentro de un camino que debe profundizarse: “Y aunque este es un avance importante, la Argentina tiene que seguir en esta dirección hasta poder eliminarlas definitivamente”.

Finalmente, el gobernador reiteró que Entre Ríos acompañará cada decisión que contribuya a dinamizar el campo y fortalecer las economías regionales: “Desde Entre Ríos vamos a acompañar cada medida que potencie al campo y a las economías regionales. Estamos en la dirección correcta”.

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La Argentina necesita apoyo internacional ante la falta de canales directos con el gobierno de Maduro. Además, mantiene activas las denuncias por desaparición forzada en organismos multilaterales.

Nada se sabe formalmente sobre Nahuel Gallo. El gendarme argentino fue detenido el 8 de diciembre del año pasado, cuando ingresó a Venezuela a través de uno de los puentes fronterizos que conectan Cúcuta, Colombia, con Táchira.

Con todos los papeles en regla y la documentación necesaria, viajaba para visitar a su pareja y a su hijo, quienes estaban en Caracas desde hacía meses. Desde entonces, el chavismo usó la detención con fines políticos, mientras la Argentina y el mundo denuncian una desaparición forzada.

Sucede que Gallo está detenido sin abogado representante, sin contacto con su familia y no hay información sobre su paradero. “Hace un año que no escuchamos su voz”, dijo con angustia su pareja, María Gómez.

En este contexto, el Gobierno de Javier Milei tiene pocas herramientas para lograr la liberación del gendarme por sí solo. No hay contactos oficiales ni paralelos con Venezuela y escasean las vías de negociación.

Donald Trump emerge entonces como la gran apuesta de la Argentina. Todas las fichas están puestas en que se logre la liberación de los presos internacionales a través de la presión que ejerce la Casa Blanca por vía militar y diplomática. Ya hubo un intento de movimiento coordinado junto con Italia, Israel y Bélgica.

Mientras los destructores, aviones de combate y marines estadounidenses se alistan en el Caribe frente a las costas venezolanas, la Argentina busca que Gallo forme parte de las negociaciones que, indudablemente, están en curso con el régimen venezolano.

Hasta el momento, Estados Unidos logró liberar a sus propios ciudadanos que estaban en situaciones similares a la de Gallo. A los pocos días de regresar a la Casa Blanca, el enviado especial de Trump, Richard Grenell, viajó a Caracas, se reunió con Maduro y volvió con el grupo de norteamericanos detenidos.

Washington también participó activamente en la evacuación de los cinco asesores de María Corina Machado que estaban asilados en la residencia argentina en la capital venezolana. Hay agentes y activos de inteligencia que trabajan en distintas áreas dentro de Venezuela. Allí está la apuesta.

A lo largo de este año, la Argentina elevó la denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), solicitando medidas cautelares urgentes; ante la Corte Penal Internacional (CPI), por detención arbitraria y desaparición forzada; y ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Los principales interlocutores del Gobierno nacional son el Ministerio de Seguridad y la Cancillería. Desde allí se delineó la estrategia para la salida en secreto de María Gómez, la esposa de Gallo, y su hijo. El fin de semana, en declaraciones a TN, Gómez dijo: “Nahuel no está preso, está en desaparición forzada. Eso es un crimen de lesa humanidad“.

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La reciente comunicación oficial difundida por la Corporación para el Desarrollo de Salto Grande (CODESAL), en relación a los incidentes ocurridos en el Parque Acuático del Ayuí, amerita una respuesta pública y una reflexión periodística que vaya más allá del episodio puntual.

En primer lugar, es necesario aclarar que la información publicada por Análisis Litoral fue presentada como trascendido, y obtenida a partir de datos que circularon en redes sociales y en publicaciones de otros medios regionales. Esto no es un hecho excepcional ni irregular en el ecosistema informativo actual: es, de hecho, una práctica habitual cuando los organismos responsables no activan canales de comunicación oficiales, ágiles y eficientes.

Y aquí aparece el núcleo del problema.

Desde sus inicios, ni CODESAL ni el Municipio de Concordia han establecido con este medio (data inicio de actividades año 2006) —ni con muchos otros— una política de comunicación institucional clara, inclusiva y profesional. No existen gacetillas regulares, contactos de prensa formales, voceros identificables ni respuestas oportunas ante consultas periodísticas. Esta ausencia sistemática de información oficial no es un detalle menor: condiciona el modo en que se construye la noticia y empuja a los medios a trabajar con fuentes indirectas, como ocurre en innumerables hechos de interés público.

Por eso, resulta al menos contradictorio —cuando no injusto— cuestionar a los medios por no haber “verificado” información cuando directamente se los excluye de la agenda de contactos institucionales. La pregunta es inevitable y legítima:
¿Cómo se supone que un medio consulte o verifique datos si la propia institución lo desconoce deliberadamente como canal válido de comunicación?

Gestión, turismo y responsabilidad

Más allá de las formas, el fondo del asunto es aún más relevante. Administrar un ente como CODESAL, que gestiona atractivos turísticos promovidos a nivel nacional y regional, implica una enorme responsabilidad. Máxime en tiempos donde las redes sociales amplifican cualquier hecho en cuestión de minutos.

La gestión de espacios turísticos no admite improvisaciones, ni en materia de control, ni de seguridad, ni de comunicación. La seguridad de los visitantes —y en especial de niños— exige protocolos estrictos, mantenimiento permanente, controles visibles y transparencia informativa. Y la comunicación institucional debe estar a la altura de esa responsabilidad: clara, adulta, técnica y oportuna. No infantilizada ni reactiva.

Celebramos, como cualquier ciudadano, que ninguno de los hechos haya tenido consecuencias graves. Pero justamente por eso, la prevención e información responsable deberían ser una prioridad anterior al incidente, no una reacción posterior para ordenar versiones.

El comunicado oficial (texto completo)

En virtud del interés público y para que los lectores puedan formarse su propia opinión, reproducimos de manera íntegra y sin modificaciones el comunicado oficial difundido por CODESAL:

COMUNICADO OFICIAL para la comunidad

Desde CODESAL informamos que en la tarde del domingo 7 de diciembre se registró un incidente en el sector de piletas pasivas, donde una menor introdujo accidentalmente su brazo en el desagote del piletón luego de que se rompiera la rejilla plástica que cubre dicho sector.

El personal de CODESAL intervino de inmediato, resguardó el área y convocó al servicio de emergencias 107 y a Bomberos Voluntarios. El procedimiento se desarrolló conforme a los protocolos establecidos, siguiendo las indicaciones de los profesionales hasta la llegada de los equipos especializados.

La menor fue asistida, liberada sin complicaciones mayores y trasladada al Hospital Delicia Concepción Masvernat para una evaluación más completa. Los profesionales del nosocomio confirmaron que no presentaba lesiones óseas ni daños en tejidos o partes blandas, siendo posteriormente dada de alta con pautas de control.

Agradecemos el rápido accionar del personal de salud y de las fuerzas intervinientes, así como la colaboración de los visitantes presentes. Reiteramos que el complejo cuenta con medidas y protocolos de seguridad activos en todas sus instalaciones, y recordamos la importancia de respetar las indicaciones y señalización para prevenir situaciones de riesgo.

Afortunadamente, la menor se encuentra en buen estado y no hubo consecuencias graves.

Asimismo, agradecemos especialmente a los medios de prensa que se comunicaron con nuestra institución para consultar y constatar la veracidad de lo ocurrido, priorizando una información responsable y precisa.

Lamentamos que existan medios y páginas que difundieron versiones incorrectas o imprecisas, generando preocupación innecesaria y desmereciendo el trabajo que venimos realizando y mejorando con gran esfuerzo, dedicación y responsabilidad. Valoramos profundamente a quienes, con profesionalismo, verificaron los datos antes de publicar la información.

Una aclaración final necesaria

Análisis Litoral no celebra errores, ni busca generar alarma, y mucho menos desmerecer el trabajo de quienes cumplen correctamente su función. Pero tampoco acepta ser señalado de manera generalizada cuando la información oficial llega tarde, de forma selectiva o excluyente.

El periodismo serio —el que intenta dar contexto y contenido real a sus lectores— necesita fuentes responsables, canales abiertos y respeto institucional. Sin eso, no hay comunicación eficiente posible.

Si el objetivo real es mejorar, como se afirma en el comunicado, el primer paso debería ser entender que la prensa no es un enemigo, y que informar a tiempo, sin distinciones ni preferencias, también es parte de la seguridad pública.

Porque comunicar bien no es un favor. Es una obligación.

Redacción : https://www.analisislitoral.com.ar/

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Pequeños hábitos en la mesa pueden tener un gran impacto en la salud a largo plazo; identificar y corregir ciertas elecciones cotidianas es esencial para mejorar el bienestar general

La alimentación desempeña un papel fundamental en la prevención de enfermedades crónicas, según han advertido especialistas y diversos estudios científicos. La selección diaria de alimentos puede influir de manera decisiva en la aparición de patologías como el cáncer, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Identificar y corregir errores comunes en la dieta resulta clave para reducir riesgos y mejorar la calidad de vida.

El impacto de una dieta inadecuada se manifiesta de forma silenciosa, pero persistente, en millones de personas. La ingesta habitual de productos ricos en azúcares añadidos, grasas saturadas y carbohidratos simples favorece la obesidad, la inflamación y el deterioro metabólico, factores que incrementan la probabilidad de desarrollar afecciones graves a largo plazo. En ese sentido, entre los errores más frecuentes se destacan reemplazar la fruta entera por jugo y elegir pollo apanado en lugar de preparaciones a la parrilla o al horno.

Por lo tanto, mantener una alimentación equilibrada, rica en nutrientes y baja en ultraprocesados, se ha consolidado como una de las estrategias más eficaces para prevenir estos trastornos, de acuerdo con los expertos.

Asimismo, diversos estudios han demostrado que los hábitos influyen directamente en la salud metabólica y cardiovascular. La selección de productos aparentemente inocuos puede tener consecuencias profundas, de lo contrario, se contribuye al desarrollo de enfermedades crónicas que afectan a una parte significativa de la población.

Cuáles son los dos errores alimenticios

Elegir jugo en vez deElegir jugo en vez de fruta entera y preferir pollo apanado sobre el asado dificultan una dieta preventiva; pequeñas correcciones ayudan a reducir inflamación, mejorar la saciedad y proteger la salud cardiovascular. – (Imagen Ilustrativa )

El doctorFrank Dumont, médico internista, identificó en una entrevista con Fox News dos errores frecuentes en la dieta que, aunque suelen pasar desapercibidos, elevan de forma significativa el riesgo de enfermedades crónicas.

1. Sustituir la fruta entera por jugo de fruta

El primer error señalado por el experto consiste en reemplazar la fruta fresca por su versión en jugo. El especialista explicó que, aunque el jugo de fruta contiene minerales, vitaminas y micronutrientes, el proceso de elaboración elimina la mayor parte de la fibra presente en la versión entera.

Esta fibra es esencial para regular el azúcar en sangre, favorecer la digestión y mantener la sensación de saciedad. Al eliminarla, la bebida concentra los azúcares naturales, lo que puede provocar picos rápidos de glucosa y una menor plenitud tras su consumo.

En la entrevista, Dumont subrayó: “El jugo puede tener algunos beneficios, tiene minerales, vitaminas y micronutrientes. Sin embargo, el resultado final es que está más procesado y se ha eliminado gran parte de la fibra que se supone que va de la mano con el azúcar natural que contienen”.

Reemplazar la fruta entera por

Reemplazar la fruta entera por jugo elimina la fibra esencial, lo que afecta la regulación del azúcar en sangre y la saciedad

En cambio, el consumo de fruta entera proporciona un perfil nutricional más completo. La fibra soluble ayuda a regular la respuesta a la insulina y a mantener niveles saludables de lípidos en sangre, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, el volumen físico contribuye al control natural de las porciones y a una mayor saciedad.

2. Intercambiar el pollo apanado por el cocido a la parrilla

La elección de pollo apanado o frito por encima de sus versiones al horno o a la parrilla, constituye uno de los errores identificados por el profesional. El empanizado y la fritura añaden grasas trans y saturadas, así como grandes cantidades de sal, lo que incrementa el colesterol LDL, también conocido como el “malo”, promueve la inflamación y daña los vasos sanguíneos.

Este tipo de preparación contribuye al endurecimiento de las arterias y a la acumulación de placa, restringiendo el flujo sanguíneo y aumentando el riesgo de hipertensión arterial, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular.

Dumont recomendó optar por pollo a la parrilla, que conserva su proteína magra natural y evita el exceso de grasas y carbohidratos refinados. “Si lo pones sobre un poco de lechuga con un aderezo, puede resultar extremadamente saludable comerlo”, explicó a Fox News. Elegir una ensalada con pollo a la parrilla en lugar de uno apanado en sándwich permite obtener una comida más equilibrada, rica en proteínas de alta calidad, vitaminas, minerales y fibra, lo que favorece la saciedad y mantiene estables los niveles de azúcar en sangre.El pollo frito aporta grasasEl pollo frito aporta grasas trans y sal, aumentando el colesterol LDL y el riesgo de enfermedades cardiovasculares (Imagen Ilustrativa Infobae)

Recomendaciones prácticas y respaldo científico

La evidencia científica respalda la importancia de adoptar estos cambios en la dieta. Numerosos profesionales de la salud han incorporado la orientación nutricional en el tratamiento de enfermedades crónicas, recomendando patrones alimentarios como la dieta mediterránea, basada en productos integrales, pescado y legumbres, y con un consumo limitado de carne y lácteos. Diversos estudios han demostrado que este tipo de alimentación reduce los riesgos de cáncer, accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y el endurecimiento arterial que precede a los infartos.

En el caso del cáncer, la calidad y la fuente de los carbohidratos consumidos adquieren especial relevancia. Una carga glucémica elevada, derivada de alimentos refinados como el jugo de fruta, se asocia con un mayor riesgo de mortalidad, mientras que los carbohidratos provenientes de verduras pueden mejorar la supervivencia. Para el cáncer colorrectal, cuya incidencia ha aumentado en personas menores de cincuenta años, una ingesta elevada de carbohidratos se relaciona con un mayor riesgo, especialmente en hombres.

Por otro lado, el doctor Dumont compartió con Fox News su experiencia clínica, señalando que la dependencia exclusiva de la medicación suele conducir a un empeoramiento de los pacientes con enfermedades crónicas. Relató: “Vi que la gente empeoraba cada vez más y eso fue realmente desalentador para mí. Lo que descubrí más adelante en mi carrera es el poder de la nutrición y el estilo de vida“.

El especialista describió cómo sus pacientes, tras múltiples intentos fallidos, lograron finalmente sentirse empoderados al aprender a escuchar a su cuerpo, identificar lo que les funcionaba y celebrar sus propios avances en salud. Dumont concluyó: “Es una diferencia enorme. Y ahora soy muy optimista al respecto”.

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La dinámica acelerada de los nuevos contextos políticos expone con crudeza las limitaciones históricas de los partidos tradicionales en Argentina. La Unión Cívica Radical es, quizás, uno de los ejemplos más evidentes. En las últimas décadas, el radicalismo pasó de ser un partido de vocación mayoritaria y proyecto nacional a convertirse en fuerza complementaria de alianzas ajenas, incapaz de interpretar —en tiempo real— las demandas cambiantes de su potencial electorado. No se trata de un fenómeno nuevo ni exclusivamente coyuntural: es una crisis de lectura política, de estrategia y, sobre todo, de identidad.

La política exige comprender cada momento histórico y elaborar planes en consecuencia. Sin embargo, lo que se observa reiteradamente en la UCR es lo contrario: la ansiedad por alcanzar o retener cuotas de poder —o directamente “salvarse solo”— se impone sobre cualquier planificación coherente. El resultado es una sucesión de acuerdos tácticos sin narrativa, alianzas sin programa y una pérdida progresiva de credibilidad ante una sociedad que hace tiempo dejó de votar sellos para empezar a evaluar convicciones, liderazgos y coherencia.

En ese marco aparecen voces como la de Julio Cobos, quien al despedirse de su tarea legislativa cuestiona con dureza a Javier Milei y a la alianza entre sectores del radicalismo y La Libertad Avanza. Cobos sostuvo que ese acuerdo dejó al radicalismo “agonizando o en coma”, respaldando su afirmación con un dato incontrastable: la UCR pasó de 34 diputados nacionales a apenas 6. El problema es que el diagnóstico, aunque parcialmente cierto, llega desde una autoridad política profundamente discutible.

Cobos no es un actor externo ni un observador neutral. Su trayectoria está marcada, precisamente, por el mismo comportamiento que hoy critica. Fue vicepresidente de Cristina Fernández de Kirchner, llegó al poder de la mano del kirchnerismo y luego se recostó en distintos espacios según el clima político del momento. Su figura simboliza, para buena parte de la sociedad, ese radicalismo que nunca terminó de definir de qué lado estaba cuando el país atravesaba decisiones estructurales.

Más aún, durante años muchos de estos dirigentes —Cobos incluido— funcionaron como una barrera para el recambio generacional dentro del partido. Jóvenes militantes, incluso provenientes de la histórica Franja Morada que durante décadas sostuvo la consigna radical en universidades y facultades de todo el país, encontraron techos infranqueables impuestos por estructuras cerradas, personalistas y conservadoras del poder interno. Esa falta de renovación no fue accidental: fue una decisión política.

Por eso resulta llamativo que hoy algunos referentes pretendan erigirse en jueces del presente cuando nunca lograron gestionar con éxito su propia carrera política ni reconstruir un proyecto radical convincente. Casos como este se repiten a lo largo y ancho del país: dirigentes que culpan a alianzas coyunturales o a liderazgos emergentes de su propia incapacidad para construir una identidad clara y una oferta electoral atractiva.

Cobos también señala, con razón, que los partidos que se mantuvieron firmes en sus convicciones —como Unión por la Patria o el Frente de Izquierda— conservaron niveles estables de confianza social, más allá de acuerdos o desacuerdos ideológicos. Esa observación refuerza la contradicción central del radicalismo: no pierde votos por asociarse con fuerzas nuevas, los pierde porque hace tiempo dejó de representar algo reconocible.

La crisis de la UCR no la generó Milei ni La Libertad Avanza. Es anterior, profunda y estructural. Milei no vació al radicalismo: ocupó el espacio que otros abandonaron por indefinición, oportunismo y ausencia de coraje político. Lo mismo ocurrió antes con el PRO y antes aún con el kirchnerismo. Cada vez que la UCR eligió ser furgón de cola en lugar de locomotora, pagó el costo.

El debate de fondo no es con quién se alía el radicalismo, sino por qué ya no puede hacerlo desde una posición de fortaleza. Mientras no logre reconstruir una identidad nacional clara, una conducción coherente y una estrategia que vuelva a seducir a la sociedad —en lugar de proteger carreras individuales— seguirá oscilando entre la nostalgia histórica y la irrelevancia política. Y ningún retiro tardío ni declaración altisonante cambiará ese dato de la realidad.

Alejandro Monzon para https://www.analisislitoral.com.ar/

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Las aeronaves compradas a Dinamarca partieron de Córdoba y realizaron un vuelo rasante sobre la Capital. Fueron 7 minutos en los que pasaron por la Casa Rosada, el Obelisco y la Costanera. A las 9, el presidente Javier Milei encabezará el acto de presentación

Los seis F-16 adquiridos a Dinamarca surcaron esta mañana el cielo de la Ciudad de Buenos Aires y mostraron todo su poder supersónico, ante cientos de argentinos que se reunieron para ser testigos de la primera vez que esos aviones surcan el cielo porteño.

Las aeronaves, en formación, aparecieron en vuelo rasante a 2000 pies de altura cerca de las 8 de la mañana, desde la zona de la Costanera Norte, atravesaron la Plaza de Mayo, la Avenida 9 de Julio y la Plaza de los dos Congresos.

Cientos de vecinos se reunieron en distintos puntos de la Ciudad, principalmente frente a la Casa Rosada y al Obelisco, para ver surcar los F-16, que estuvieron a unos 600 metros de altura.

Las aeronaves surcaron el cieloLas aeronaves surcaron el cielo porteño. Foto: Gustavo Gavotti

Más tarde, a las 9, el presidente Javier Milei recibirá los aviones F-16 y encabezará el acto central en Córdoba. Las actividades, que estaban previstas para el domingo, se adelantaron para este sábado por cuestiones climáticas, según confirmaron  fuentes oficiales.

La Municipalidad de Las Higueras -cercana a la ciudad de Río Cuarto, Córdoba- confirmó oficialmente que la ceremonia oficial de recepción de los F16 se realizará hoy a partir de las 9 de la mañana y que contará con la presencia de Javier Milei.

njeras”Las aeronaves realizaron un vueloLas aeronaves realizaron un vuelo rasante a 2000 pies, la altura mínima permitida. Crédito: Gustavo Gavotti

La llegada de los primeros cazas F-16 Fighting a la Fuerza Aérea Argentina marca un punto de inflexión en la capacidad operativa del país, con el inicio de las operaciones previsto para enero de 2026 y una entrega escalonada que se completará en 2028.

El Ministerio de Defensa anunció que el público podrá presenciar un vuelo de estas aeronaves sobre la Ciudad de Buenos Aires el domingo, cuando la escuadrilla ingresará al área metropolitana por el Río de la Plata, procedente de Río Cuarto. Por los últimos cambios, ese vuelo inaugural está previsto que se hoy entre las 8 y las 8.45.

El acto oficial de presentación de los F-16 se realizará en el Área Material Río Cuarto, en la provincia de Córdoba, con la presencia de Milei, el ministro de Defensa saliente, Luis Petri, y el entrante, teniente general Carlos Presti, además de altos mandos militares.

La compra a Dinamarca incluyó un total de veinticuatro aviones F-16 A/B Block 15 MLU, modernizados al estándar “Tape 6.5”: 16 monoplazas y ocho biplazas destinados a entrenamiento. Además, la operación contempló la incorporación de armamento, equipamiento de apoyo, cuatro simuladores de vuelo, ocho motores, cascos de última generación y repuestos para cinco años, con una entrega gradual de cuatro aviones por año.Cientos de personas se acercaronCientos de personas se acercaron a Plaza de Mayo para ver pasar a los aviones. Foto: Gustavo Gavotti

El traslado de los primeros seis aviones comenzó el 28 de noviembre desde Vojens, Dinamarca, con una primera escala en la Base Aérea Zaragoza, en España, y una segunda en la Base Aérea Gando, en las Islas Canarias.

Desde allí, los cazas cruzaron el Atlántico hacia Natal, en el norte de Brasil, con el apoyo de aviones de reabastecimiento en vuelo KC-135 Stratotanker de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Ayer viernes llegaron a la Argentina.El traslado y vuelo de los caza F-16 que Argentina compro a Dinamarca

El envío inicial está compuesto por cuatro biplazas F-16BM (matrículas M1004, M1005, M1007 y M1008) y dos monoplazas F-16AM (matrículas M1009 y M1020), acompañados por un Boeing 737 T-99 “Islas Malvinas” y un KC-130H TC-69 para misiones de búsqueda y rescate.

Actualmente, los F-16 son operados por pilotos daneses, mientras que en las cabinas traseras viajan pilotos argentinos, quienes recibirán capacitación específica una vez que las aeronaves lleguen al país.

La operación y mantenimiento de cada avión requiere un equipo multidisciplinario, y la VI Brigada Aérea de Tandil ha sido seleccionada para albergar la formación y capacitación de pilotos y técnicos. En ese lugar se inauguró el Centro de Simulación Táctica F-16 y se avanza en la construcción del Centro de Instrucción Técnica.

Para convertirse en piloto de caza de la Fuerza Aérea Argentina, es necesario aprobar el ingreso a la Escuela de Aviación Militar y completar cuatro años de formación. Los egresados con mérito pueden elegir la especialidad de cazabombardero, requisito para volar el F-16.

Posteriormente, deben trasladarse a la Escuela de Caza en Mendoza y aprobar el Curso de Estandarización de Procedimientos para Aviadores de Combate (CEPAC). Los aspirantes al escalafón de aire deben cumplir requisitos físicos estrictos: una altura mínima superior a 1,64 metros y máxima menor a 1,90 metros, además de contar con una visión perfecta (10/10).

La adquisición de los F-16, avalada por Estados Unidos, representa una modernización significativa para la Fuerza Aérea Argentina, que incorporará 24 aeronaves y tecnología de última generación, con el objetivo de fortalecer la defensa y la capacitación de sus recursos humanos.

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En la Argentina hay un rasgo silencioso pero innegable: la innovación está en nuestro ADN. A pesar de las crisis, de las limitaciones presupuestarias y de los eternos tropiezos institucionales, cada tanto aparece un grupo de jóvenes que, sin grandes recursos, logra lo que en otros países demandaría laboratorios millonarios. Son esos casos que iluminan un camino posible y que deberían, más que sorprendernos, empujarnos a reformular cómo estamos educando a nuestros futuros profesionales.

El ejemplo reciente que expuso Mario Pergolini en su programa Otro día perdido (Cirugías con IA y realidad aumentada: bioingenieros fascinaron a Pergolini y Juanes con su proyecto) resume perfectamente esta potencia subestimada. Dos jóvenes ingenieros —apenas 24 y 25 años— presentaron una tesis que podría revolucionar la neurocirugía en la Argentina y en el mundo. Con una combinación de inteligencia artificial, software propio y cascos de realidad aumentada, diseñaron un sistema capaz de superponer imágenes médicas sobre el paciente y permitir al cirujano ver estructuras internas antes de abrir el cráneo. Una especie de “visión de rayos X” del futuro.

Su objetivo no era hacer un proyecto bonito para aprobar una materia. Buscaron un problema real en hospitales públicos y privados, hablaron con neurocirujanos, consultaron a expertos y se pusieron a construir. El resultado fue una herramienta que permite planificar intervenciones, trazar rutas quirúrgicas seguras y hasta simular la cirugía antes de entrar al quirófano.

Nada de hardware inalcanzable. Nada de fondos extraordinarios. Solo talento, creatividad y decisión. Y, por supuesto, un método de trabajo que debería replicarse masivamente: detectar un problema real, unir saberes multidisciplinarios y pensar soluciones aplicables.

Un llamado urgente: incorporar “Marketing Profesional y Personal” como materia obligatoria

Si Argentina quiere competir con los países más avanzados, no alcanza con formar buenos técnicos, ingenieros, médicos o programadores. Hay que enseñarles a mostrarse, a vender sus ideas, a construir equipos, a presentar proyectos, a levantar inversión, a comunicar valor.

Hoy el mundo profesional exige algo más que conocimiento técnico: exige presencia, estrategia, capacidad de comunicar una solución y transformarla en un emprendimiento real. Por eso, en todas las universidades —públicas y privadas— debería existir una materia transversal y obligatoria: Marketing Profesional o Branding Personal.

Una materia que enseñe:

  • Cómo presentar proyectos ante inversores.
  • Cómo construir una identidad profesional diferenciada.
  • Cómo comunicar ideas complejas con claridad.
  • Cómo trabajar en equipo y generar redes de colaboración.
  • Cómo pensar soluciones que respondan a necesidades del mundo real.

Sin calidad profesional en la comunicación, la innovación no llega a ningún lado.

Gabinetes de innovación en todas las universidades

La segunda pata es igual de urgente: cada carrera debería contar con un gabinete de innovación institucional, equipado para detectar, acompañar y potenciar proyectos como el de estos jóvenes ingenieros. Espacios donde estudiantes de distintas disciplinas trabajen juntos, con mentores, premios, concursos internos y articulación con el sector productivo.

Si hoy dos estudiantes argentinos pueden desarrollar una herramienta quirúrgica de nivel internacional solo con software y voluntad, imaginemos lo que ocurriría si universidades y tecnicaturas financiaran, estimularan y premiaran esa cultura.

Con gabinetes que acompañen, prototipen y vinculen; con materias que enseñen a “vender” la idea; con docentes que fomenten proyectos reales; con vínculos con hospitales, pymes, municipios y ONGs… Argentina podría posicionarse rápidamente a nivel mundial en innovación aplicada.


Contagiar la actitud: inspirar a nuestros adolescentes

Estas historias no deben quedar en una anécdota televisiva. Deben llegar a las escuelas secundarias, convertirse en ejemplos vivos de lo que puede lograr un joven argentino con decisión y herramientas.

Nuestros adolescentes no necesitan únicamente motivación: necesitan ver que alguien parecido a ellos, de su edad, en su contexto, ya está cambiando el mundo.

Y la mejor política educativa, en este momento histórico, es inspirar vocaciones tecnológicas, científicas y creativas con casos reales de éxito local. La innovación no es un lujo. Es la clave para que la Argentina vuelva a crecer.

Un país que se anima a mirar hacia adelante

El proyecto de estos jóvenes ingenieros —nacido como una simple tesis y ya en camino de convertirse en startup— es una señal clara: tenemos el talento, nos falta el sistema.

Nos falta una política educativa orientada a la creatividad, al emprendedurismo, a la comunicación profesional, a la innovación interdisciplinaria.
Nos falta conectar las aulas con el mundo real.
Nos falta premiar a quienes solucionan problemas en lugar de castigar a quienes intentan.

Si logramos eso, si logramos que cada adolescente crea que puede ser protagonista de una solución tecnológica, si logramos que cada universidad los prepare para comunicar sus proyectos al mundo… entonces sí podremos estar a la altura de los países más avanzados.

El talento ya está.
Solo necesitamos multiplicarlo.

Alejandro Monzon para Análisis Litoral