Se descontrola la narcoinsurgencia en Rosario, tras matar dos taxistas ahora balean a un colectivero

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Se trata del tercer ataque sicario en menos de 48 horas contra empleados de servicios públicos. Se habla de una venganza por las fotos Bukele de presos.

Este jueves, alrededor de las 18 horas, cuando barrio Belgrano es un hormiguero de gente que aprovecha los últimos rayos de sol para hacer las compras en el centro comercial, un joven de corta edad, según advirtieron vecinos que presenciaron la secuencia, le hizo señas al colectivo de la línea K que transitaba por Mendoza y cuando el chofer abrió la puerta, recibió un tiro en la cabeza.

El joven sicario huyó rápidamente y se subió a una moto manejada por un cómplice abandonando el lugar. El chofer quedó herido de gravedad y fue derivado por el servicio de emergencias al Hospital Clemente Álvarez.

Es el tercer ataque a un trabajador de servicios públicos en menos de 48 horas. El martes a las once de la noche, un taxista fue acribillado en su auto cuando dejó un pasajero en zona sur y el miércoles a la misma hora se produjo otro episodio calcado. Este jueves, cayó en desgracia el colectivero.

Primero se sugirió que el crimen de los dos taxistas podría haber estado vinculado a supuestas turbias relaciones del dueño de la empresa para la cual trabajaban los choferes, pero el asesinato del colectivero abona la hipótesis de un mensaje mafioso más amplio y dirigido al gobernador Pullaro.

La seguidilla de asesinatos de fuerte impacto público conmocionó a la ciudad de Rosario y puso en alerta máxima a las autoridades. Primero se sugirió que el crimen de los dos taxistas podría haber estado vinculado a supuestas turbias relaciones del dueño de la empresa para la cual trabajaban los choferes, pero el asesinato del colectivero abona la hipótesis de un mensaje mafioso más amplio dirigido al gobernador Pullaro.

De hecho, los pocos detalles que se conocieron de la investigación judicial, hay datos escalofriantes. Los taxistas fueron asesinados con balas policiales, según el peritaje, y fueron disparadas por la misma arma.

“Algo hay que hacer con la policía santafesina”, dijo a LPO un funcionario del Ministerio de Seguridad de Nación preocupado por la secuencia de homicidios y las sospechas sobre las fuerzas locales. 

Diez días atrás, detuvieron a cinco policías santafesinos imputados de haber llevado adelante las amenazas al gobernador y a su familia en las primeras semanas de gestión. A partir de allí, no hubo más amenazas.

Es que esta nueva escalada narco se da luego de que el ministro de Seguridad provincial, Pablo Cococcioni, haya publicado fotos de requisas a presos peligrosos alojados en pabellones de máxima seguridad en una copia total de los operativos que fueron el sello del salvadoreño Bukele, con torsos desnudos, sentados en el piso y formados en hileras y la frase “cada vez la van a pasar peor”.  

Esas imágenes fueron la respuesta del gobierno santafesino a los ataques a tiros a dos colectivos que trasladaban personal penitenciario.

La actual escalada con el evidente objetivo de volver un caos la vida en Rosario -este jueves no había taxis ni colectivos-, se produce luego que en los tres primeros meses de gestión de Pullaro bajara significativamente la cantidad de homicidios.

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