Reacciones en Concepción del Uruguay y Gualeguaychú: el discurso de Michel sobre la deuda desata una ola crítica… incluso en su propio territorio

Guillermo Michel, candidato a diputado nacional por el Partido Justicialista en Entre Ríos, publicó una columna en Diario Uruguay titulada “La hipoteca que Frigerio le deja a Entre Ríos”, en la cual denuncia que el proyecto del gobernador Rogelio Frigerio habilita una nueva deuda por hasta USD 500 millones sin controles, con tasas que superarían el 12 % anual, y pospone vencimientos a futuros gobiernos NoticiasdDiario Río Uruguay.

Este mensaje fue recogido por NoticiasD, que resaltó el fuerte viraje de Michel al cuestionar la legitimidad técnica del plan de endeudamiento Noticiasd.

Sin embargo, la respuesta en redes sociales, desde Concepción del Uruguay, fue mayormente visceral y enfocada en su persona. Más de 400 comentarios —organizados por “más relevantes” en Facebook— dejaron al descubierto un rechazo contundente:

  • “Este es un delincuente, se hizo millonario chupándole las medias a Massa. Se afanó todo en la Aduana.”
  • “El peronismo no puede hablar de deuda ni de economía.”
  • “Michel estuvo con Massa, está todo dicho.”
  • “Hay que tener la cara de piedra, después del desastre que dejaron.”
  • “Cuando vaciaron el país eran sordos, mudos y ciegos.”
  • “Mucho candidato pero poca propuesta.”
  • “Es tan honesto que cuando encuentra un trabajo lo devuelve.”
  • “A esta altura, político honesto… jaja.”
  • “Tiene cara de pocos amigos… más diría de matón.”
  • “Grande Guille”, “Vamos Guillermo, te banco a morir”: aislados y minoritarios, pero bien visibles en el conjunto.

Este aluvión de reacciones visibiliza que, más allá de argumentos técnicos sobre la deuda pública, el debate público se desvió al pasado político de Michel y sus vínculos con figuras como Sergio Massa.

Para colmo, desde el oficialismo le respondieron grueso: el senador Rubén Dal Molín le recordó que él proviene de una fuerza política que gobernó Entre Ríos por 20 años, durante los cuales —según él— dejó a la provincia endeudada, con servicios colapsados y sin obras que acompañaran los créditos tomados.

En su propia tierra, Michel no encontró aliados: el rechazo no vino solo de adversarios, sino de vecinos —muchos interlocutores silenciosos en actos y entrevistas— que destilaron desconfianza y desprecio. El paso de funcionario nacional de la Aduana y su cercanía al kirchnerismo no solo no convencen: avivan memorias negativas.

En este contexto, su acusación a Frigerio no hace más que exhibir una crisis de credibilidad interna en el PJ entrerriano. Camina flanqueado por un escenario político adverso: un oficialismo que gana espacio electoral con Frigerio y La Libertad Avanza empujando hacia arriba, y una oposición que no logra construir ni en su propia casa un relato de renovación creíble.

Queda claro: el futuro político de Michel no solo depende de enderezar el debate sobre deuda pública, sino de reconstruir una base local de confianza. Sin eso —y con una impiadosa marea crítica que lo hunde más que lo sostiene—, la “hipoteca” que termina pagando puede llegar a ser la suya, más que la de Entre Ríos.

Fuente: Diario Rio Uruguay-Analisis Litoral