Michel y los discursos de ocasión: cuando el oportunismo intenta tapar las irregularidades del pasado

El candidato a diputado nacional Guillermo Michel, referente de Fuerza Entre Ríos, volvió a encabezar una arenga de campaña apuntando contra el Gobierno nacional. En esta oportunidad, aseguró que “la apertura de importaciones está destruyendo la producción entrerriana” y que “el presidente y el gobernador Rogelio Frigerio están fundiendo a la provincia, las pymes y los productores agropecuarios”.

Sin embargo, sus declaraciones —tan vehementes como oportunistas— parecen ignorar su propio paso por el nefasto gobierno anterior, del cual formó parte junto a Adán Bahl, ambos responsables de decisiones y gestiones que dejaron a Entre Ríos sumida en un atraso estructural, con un Estado sobredimensionado y dependiente de la discrecionalidad política.

Los números que no explican todo

Michel cita cifras del INDEC para ilustrar el impacto de las importaciones sobre el trabajo entrerriano: aumento del 220% en cítricos, 440% en carne aviar y 144% en porcina, entre otros rubros. Pero omite señalar que durante su gestión como funcionario nacional y provincial se sostuvo un modelo cerradísimo, con cepos, regulaciones y subsidios cruzados que solo beneficiaron a los amigos del poder y a los contratistas del Estado.

Hablar hoy de “economía sensata” suena, como mínimo, paradójico en boca de quien integró el elenco de una administración que destruyó los equilibrios fiscales, multiplicó la emisión y dejó un tendal de irregularidades.

La memoria selectiva y los contratos truchos

Michel tampoco ha dado explicaciones convincentes sobre su vinculación con la causa de los contratos truchos de la Legislatura entrerriana, un escándalo que sigue siendo una mancha indeleble en la política provincial. Como tampoco las dio Adán Bahl, otro de los referentes de ese entramado de poder que hoy pretende reciclarse bajo nuevos lemas y colores partidarios.

La ética pública no puede ser un recurso de campaña. Y menos aún, una herramienta de ataque selectivo cuando no se han rendido cuentas del pasado.

Campañas costosas, silencios convenientes

Resulta inevitable también preguntarse de dónde provienen las cuantiosas cifras que se despliegan en esta campaña. Como bien señalara el exdiputado Juan José Bahillo y Carolina Gaillard, la opulencia de ciertos actos y el gasto publicitario que ostenta el espacio de Michel despiertan sospechas. Si el discurso es la defensa de la producción, ¿por qué tanto dinero en cartelería y redes, y tan poca rendición de cuentas?

El electorado entrerriano, que ya ha visto demasiadas puestas en escena, merece algo más que promesas recicladas.

Entre Ríos necesita transparencia, no retórica

La crisis productiva que atraviesa la provincia es real, pero su origen no se encuentra en los últimos nueve meses de política económica, sino en décadas de improvisación, favoritismos y corrupción estructural. Los mismos que hoy levantan el dedo acusador son quienes construyeron esa decadencia con su silencio, su complicidad o su propia firma.

La honestidad no se declama: se demuestra. Y Michel, antes de hablar de “sensatez económica”, debería explicar con la misma vehemencia las irregularidades que acompañaron su trayectoria política.