
Una historia disparatada que combina enredos, delincuentes torpes y el espíritu navideño vuelve a posicionarse entre las más vistas, especialmente entre los usuarios que buscan humor ligero para esta época del año.
Las películas navideñas suelen repetir fórmulas conocidas: la familia reunida, los conflictos previsibles, los aprendizajes emocionales que cierran cualquier diferencia. Sin embargo, dentro de ese universo aparece una propuesta que se desmarca gracias a su ritmo acelerado, su tono burlón y la decisión de llevar el día festivo a una situación completamente inesperada. En Netflix, esta comedia vuelve a generar conversación por la forma en que mezcla ternura con caos, incorporando a una familia común en medio de un escándalo delictivo que jamás imaginaron vivir.
En este punto aparece Un robo muy navideño, una película que utiliza el espíritu de las fiestas como escenario perfecto para un plan criminal disparatado. Dirigida por Peter Hewitt y protagonizada por Martin Freeman, Timothy Spall, Mark Benton, Rachael Stirling y Joanna Scanlan, la producción se presenta como una mezcla entre comedia familiar y aventura absurda. El relato sigue a un hombre común que atraviesa una serie de situaciones descontroladas cuando sus propios actos y una cadena de malentendidos lo empujan a convertirse, casi sin querer, en el centro de un plan de robo en plena Navidad.

Una idea simple que se convierte en un caos absoluto
La película inicia con un personaje que solo quiere resolver un asunto cotidiano, pero su vida da un giro inesperado cuando queda involucrado, sin tener intención alguna, en una operación delictiva. A partir de allí, la historia avanza con un efecto de bola de nieve: cada intento por mejorar la situación la vuelve aún más complicada. El film utiliza la comedia de enredos como motor principal, permitiendo que cada escena derive en un nuevo malentendido que arrastra al protagonista a un nivel de tensión cada vez mayor mientras intenta, sin éxito, recuperar el control de su existencia.
