Cuando los candidatos de Fuerza Patria —y más aún los de su fórmula provincial— alzan la voz para moralizar al gobierno nacional, conviene recordarle al electorado que la autoridad moral no se autoproclama: se demuestra. Y en este caso, lo que se exhibe es más bien lo contrario.
Por un lado está Adán Bahl, candidato al Senado nacional por el peronismo entrerriano, quien ha publicado una columna donde denuncia que la actual gestión nacional —la de Javier Milei— ha apagado “todos los motores de la economía argentina”. Pero ese reclamo choca con la trayectoria de su propio pasado: Bahl está señalado como figura clave en el escándalo de los denominados “contratos truchos” en la Legislatura de Entre Ríos, estructura de desvío de fondos públicos que se remonta entre 2008 y 2018. Tres Líneas+4La Caldera+4Confirmado+4 Aunque no aparece formalmente imputado, los documentos lo involucran directamente como firmante de decretos, como responsable político del mecanismo, y lo sitúan como uno de los «jefes del sistema». La Caldera+4infopaer.com.ar+4La Caldera+4 Además, casos de designaciones de sus hijos en contrataciones denunciadas como irregulares completan el cuadro. La Caldera+2infobae+2
Por otro lado figura Guillermo Michel, compañero de fórmula o candidato de acompañamiento en la misma fuerza (o función paralela, según se lea), quien llega con su propio historial de cuestionamientos ligados a su paso por la Dirección General de Aduanas (DGA). Aunque Michel aparece como tecnócrata de perfil alto, contador y abogado, y jura combatir maniobras arcanas en comercio exterior, la incógnita gira en torno a qué tanto su actuar responde a la transparencia o a la continuidad de mecanismos de poder. iProfesional+2Ambito+2
La conjunción de ambos: un candidato que acusa al gobierno nacional de destruir al país mientras ocupa un pasado que ya lo sitúa en uno de los mayores escándalos de corrupción provincial; y otro candidato/regidor que en su gestión estuvo al frente de organismos clave de control —aduana, comercio exterior— donde justamente proliferan los vacíos de control, sirve para cuestionar con fuerza su pretensión de “dar lecciones”.
El gobierno nacional invoca –con razón o sin ella– que está tratando de “enderezar el rumbo de un país ‘muerto’” como lo calificó el propio Donald Trump en una declaración con impacto mediático internacional. Si ese esfuerzo puede tener o no éxito es materia abierta. Pero lo que no puede ignorarse es que aquellos que reclaman autoridad ética para criticar la actual gestión deben presentar ellos mismos credenciales limpias. Y en este caso, la “amnesia” de sus propios pasados los coloca en una posición de grave debilidad moral.
En definitiva: no basta con denunciar al otro cuando el espejo está lleno de manchas. Y en campaña política, esas manchas pesan.
Deconstrucción del discurso económico de Bahl — y lo que no dice
En su columna, Bahl arremete contra la política del gobierno de Milei, afirmando que “apagó todos los motores de la economía argentina”. Algunas de sus afirmaciones merecen reconocimiento: sí, la obra pública aparece ralentizada, el consumo interno flaquea, las pymes están asfixiadas; es cierto que durante gestiones anteriores la inversión productiva se vio debilitada. Su llamado a “encender los motores” tiene sentido desde un análisis social.
Pero ahí termina la sensatez del análisis, porque Bahl olvida convenientemente su propia historia y su complicidad institucional, lo que resta credibilidad. Permitamos detallar los ejes de su crítica —y lo que omite:
Lo que dice
- Que el presupuesto 2026 es el más chico en tres décadas, y que “equilibrar fiscalmente” significa en un contexto de recesión recortar y que eso apaga los motores.
- Que sectores como la obra pública están detenidos, generando desempleo, familias sin cobijo y economías locales paralizadas.
- Que el consumo cayó, los salarios se licuaron y las pymes no tienen respaldo estatal.
- Que la deuda crece, el Estado se achica, y el país se detiene para unos pocos.
- Que se abre la contienda electoral con una opción: seguir por ajuste y deuda, o reconstruir con producción, trabajo e inversión.
Estos puntos son legítimos. Toda oposición tiene el derecho y el deber de examinar al gobernante. El desafío es que quien critica también pueda exhibir alternativa y limpieza de pasado.
Lo que omite / lo que debería cuestionarse
- La autoridad ética: Como se anotó arriba, Bahl está implicado en la megacausa de los contratos truchos que desvió millones de dólares del erario público. El que denuncia ajuste mientras fue parte de un aparato que usó contratos ilegales muestra una incoherencia flagrante. La Caldera+1
- ¿Qué propone realmente? A pesar de la retórica de “reactivar producción”, no queda claro cuál es su programa concreto para hacerlo, cuál es su financiamiento, cómo evitar repetir errores del pasado. Al revés: pareciera invocar un pasado que él encarnó.
- Responsabilidad del pasado: Si las pymes están asfixiadas, si los salarios licuados, podríamos preguntarnos qué hicieron los que gobernaron antes para sostener el aparato productivo. ¿Acaso los propios partidos que Bahl representó no fueron parte del desgaste institucional que condujo a esta crisis?
- Cohesión del discurso: Critica que el gobierno de Milei “apagó motores”, pero no aborda que la crisis argentina data de mucho más atrás, con distintos gobiernos acumulando déficits, inflaciones, deudas. Su advertencia resulta tardía y resulta conveniente en campaña.
- El rol de la obra pública: Si bien la obra pública es un instrumento válido para mover la economía, también lo han sido los contratos transparentes, la planificación eficaz y el control de costos. Al referirse solo al “cemento” parece ignorar que aquel sistema que ahora denuncia (los contratos irregulares) formó parte del mismo universo de obra pública mal administrada.
Entonces, su discurso, aunque conmovedor en la motivación (“reactivar producción, apoyar pymes, recuperar salarios”), tiene un problema de credibilidad estructural: la coherencia entre lo que se denuncia, quién lo denuncia y lo que se propone. Cuando la discrepancia entre el mensaje y el actor es grande, el electorado –y el que lo analiza– nota el desliz moral.
En conclusión
No se trata sólo de que un gobierno esté “enderezando el barco” (y podemos discutir si lo está haciendo bien o mal). Se trata de que quienes buscan conducir el cambio tengan otra cosa además de buenos discursos: tengan limpieza institucional, credibilidad, y un pasado que no los persiga con escándalos antiguos.
Por eso la insistencia: la amnesia de los candidatos de Fuerza Patria respecto de sus propios pasados no es un descuido menor. Es funcional a la campaña más que al país. Y cuando el país reclama autoridad moral, hacer periodismo crítico exige recordarle al electorado que “quien limpia la casa” primero debería empezar por la puerta de su propio pasillo.
1. Antecedentes de Adán Bahl
- Bahl está vinculado a la megacausa conocida como los “contratos truchos” de la Legislatura de Entre Ríos: se estima que entre 2008 y 2018 fueron desviados más de US$53 millones (aproximadamente) mediante contrataciones fantasmas en cámaras legislativas provinciales. Wikipedia+5Análisis+5Perfil+5
- Según el medio Infopaer, Bahl “firmó cientos de contratos cuestionados” como vicegobernador y presidente del Senado provincial. infopaer.com.ar
- Otro medio señala que durante el escándalo uno de los modus operandi fue la contratación de allegados, familiares o personas que “no prestaban servicios reales al Estado”. Confirmado+1
- Hasta ahora, aunque figura como “figura clave” en la causa, Bahl no aparece formalmente imputado o procesado con sentencia firme en esa causa. infopaer.com.ar+1
- Un dato concreto: uno de los artículos indica que dos de sus hijos fueron designados en la Cámara de Diputados de Entre Ríos con cargos cuestionados. La Caldera
- La causa sufre demoras: Según el medio “Análisis” la primera parte del juicio oral público para esta causa recién se programaría para mediados de 2026. Análisis
En resumen: Bahl llega a la campaña electoral con un lastre serio de credibilidad debido a sus roles institucionales pasados y su vinculación política con un sistema que la justicia aún no zanjó.
2. Antecedentes de Guillermo Michel
- Michel es exdirector de la Dirección General de Aduanas (DGA) y dirigente del peronismo provincial. diariojunio.com.ar+3PAGINA12+3LA NACION+3
- Sobre su gestión en Aduana: Se le atribuye que, bajo su gestión, la Aduana presentó denuncias por subfacturación de exportaciones por USD 1.540 millones y por sobrefacturación de importaciones por USD 1.240 millones. infobae+1
- También fue cuestionado por haber intervenido en la política de importaciones del gobierno anterior (según medio La Nación) y por vinculación con operaciones de alta discrecionalidad. LA NACION
- A nivel provincial, Michel denunció que el gobierno de Entre Ríos estaría cobrando un impuesto “sin ley”, lo que pone nuevamente en foco su papel crítico al gobierno actual. Análisis
- A su vez, medios provinciales lo vinculan con “irregularidades administrativas y contratos cuestionables”, aunque en lo público no se detalla aún una acusación penal concreta. 7PAGINAS+1
En resumen: Michel carga con un perfil técnico potente pero con múltiples señalamientos de discrecionalidad y manejos opacos, lo que lo pone en una posición vulnerable a críticas sobre su autoridad ética.
3. Qué implica para la crítica política
- Que Bahl y Michel exijan autoridad moral o presenten discurso de regeneración tiene un problema serio de credibilidad: la autoridad ética se construye y no se puede obviar el pasado institucional.
- En la campaña entrerriana, la alianza o figura de ambos bajo un mismo espacio refuerza la percepción de continuidad de prácticas políticas más que de cambio.
- La causa de “contratos truchos” y sus dilaciones evidencian que, mientras critican al gobierno nacional por ajuste, precariedad, obras suspendidas, ellos mismos vienen de estructuras administrativas cuestionadas.
- En un contexto donde el discurso oficial dice “enderezar el rumbo” de un país que “estaba muerto” según la frase de Donald Trump, la oposición regional debe ofrecer algo más que denuncias: debe mostrar limpieza, propuestas concretas y coherencia institucional. https://www.analisislitoral.com.ar/