La Libertad Avanza oficializa su estrategia en Entre Ríos: polarización total y un peronismo que llega a la elección del 26 de octubre dividido y sin brújula.
La Alianza La Libertad Avanza (ALLA) salió a la calle con toda la artillería proselitista. Carteles, gigantografías y mensajes claros: Frigerio y Milei al frente, unidos en la narrativa del cambio profundo y el orden, frente a un kirchnerismo disperso, desorientado y sin liderazgo real.
Con el gobernador Rogelio Frigerio como figura central en la imagen junto al presidente Javier Milei, la coalición que sostiene al oficialismo nacional y provincial consolidó su identidad política: la de un proyecto que busca enterrar definitivamente los veinte años de peronismo en Entre Ríos y disputar el relato histórico del poder.
La estética de campaña lo dice todo: violeta y blanco para los rostros de Frigerio, Milei, Andrés Laumann (diputados) y Joaquín Benegas Lynch (Senado). El mensaje es directo: “La Libertad Avanza o Argentina retrocede”.
Y la contracara aparece en negro —literalmente—, con las fotos de Cristina, Alberto Fernández y Sergio Massa, los tres símbolos de un ciclo que la sociedad ya parece haber dado por terminado.
En ese contraste de colores se juega la elección.
El oficialismo libertario apuesta a simplificar el mensaje y a dejar al peronismo hablando consigo mismo, dividido entre tres boletas:
- Adán Bahl, intentando sostener la marca del PJ.
- Carolina Gaillard, por “Ahora 503”.
- Héctor Maya, resucitando viejos sellos bajo el paraguas del Partido Socialista.
Tres versiones de un mismo peronismo en retirada, mientras Frigerio y Milei construyen el nuevo eje de poder político en Entre Ríos, con una estructura territorial que combina gestión, narrativa liberal y presencia comunicacional intensa.
A 22 días de las elecciones, la foto política entrerriana muestra un tablero inédito:
Un Frigerio fortalecido, que logró absorber lo mejor de la estructura de Juntos por Entre Ríos y darle identidad dentro de La Libertad Avanza.
Un kirchnerismo fragmentado, que parece haber perdido incluso la vocación de liderar una oposición coherente.
Y un electorado que se acomoda entre la lógica del cambio y la resignación del pasado.
La campaña oficialista ya encontró su tono: polarización, sin matices.
La del peronismo, en cambio, parece buscar todavía el principio del ovillo.
Una foto —la de Frigerio y Milei, juntos, con fondo violeta— que convendrá guardar. Puede ser la postal del nuevo orden político entrerriano.