La pregunta se repetía cada vez que el periodista de “El gráfico” se detenía en una estación de servicio (junio ’81). Es que el Renault 18 se había presentado hacía poco menos de tres meses, y la mayoría del público, tras apreciar su línea perfilada, su terminación interior y el aspecto de su tablero, creía hallarse ante un último modelo llegado por barco desde Francia.
Y no era así. El Renault 18 era nacional y constituía la primera respuesta de Renault Argentina a las nuevas reglas de juego para el mercado automotor, puestas en marcha con la apertura de las fronteras a los productos foráneos.



El modelo, cuyo proyecto local se inició a mediados de 1978, ocupaba el vacío que había en la línea de la marca entre el Renault 12 y el Torino. Ahora la firma tenía productos para todos los bolsillos y necesidades, desde el auto más pequeño y económico (4S) hasta el más sofisticado y poderoso (Torino).
El poseedor del Renault 12, que aspiraba a una mayor potencia y confort, ahora podía dar un paso lógico sin cambiar de línea.
La misma Renault consideraba que la competencia lógica para el R 18 TX eran el Ford Taunus Ghia y el Peugeot 504 SL. Su producto, sin embargo, tenía características propias y una concepción general diferente, como que en el R 18 la tracción es delantera, mientras sus competidores apelaban a la tracción trasera y diseño de varios años encima.
