En Uruguay proponen limitar los cruces a Argentina con un cupo diario que favorezca a la población más vulnerable

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La iniciativa presentada en el Congreso intenta morigerar el aluvión que cada semana viaja en tour de compras al país vecino para aprovechar la diferencia cambiaria y genera una caída importante de las ventas en los comercios uruguayos

Los departamentos del litoral de Uruguay son los más afectados por la reducción de las ventas a raíz de la diferencia cambiaria con Argentina. La brecha en la cotización del dólar provoca que para los uruguayos las compras del otro lado de la frontera sean más convenientes y, en Fray Bentos, Salto y Paysandú, los cruces por los puentes internacionales son a diario.

Tanto las gremiales empresariales a nivel nacional como los comerciantes de la frontera han presentado sus propuestas al gobierno para paliar esta situación. Y en el Parlamento uruguayo, en tanto, se creó una comisión especial que analiza un problema que el sector privado ha denominado como “pandemia”.

En ese ámbito, el de la Comisión Especial de Frontera con Argentina que funciona en el Congreso, se presentó una nueva idea para hacer frente a esta crisis. Una iniciativa privada, elaborada por el abogado de Paysandú Carlos Cabrera, apunta a crear un registro que ayude a “mitigar” los efectos de la diferencia cambiaria, informó El Observador este viernes.

La iniciativa propone que exista un registro y control sobre los cruces fronterizos, pensado para las personas que van y vuelven en el día a Argentina por los puentes internacionales.

La idea tiene como eje principal la implementación de un sistema informático basado en el cruzamiento de datos que se generan en distintos organismos del Estado, como la Dirección General Impositiva (DGI), el Banco de Previsión Social (BPS), el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), la Aduana y el Ministerio del Interior. La información que surja de estas oficinas permitiría otorgar un “puntaje socioeconómico” a cada persona y se la integraría a un cupo diario.

El objetivo de la propuesta es “organizar” el cruce hacia Argentina y “beneficiar” con la diferencia cambiaria a la población más vulnerable.

Cabrera apeló a un ejemplo para profundizar en su idea. “Si tengo un vehículo del año 95, no estoy trabajando, no estoy registrado en el BPS y estoy cobrando un subsidio del Mides, el cruzamiento de información me va a generar mayor puntaje que la persona que tiene un vehículo del año 2023, una empresa y una propiedad inmueble a su nombre. A consecuencia del cruzamiento de datos, y con ese puntaje, la población más vulnerable tendrá preferencia en un porcentaje de cruce diario”, planteó.

Fila de autos para cruzar el Puente General Artigas, que une Paysandú con Colón. (Crédito: cedida a Infobae)Fila de autos para cruzar el Puente General Artigas, que une Paysandú con Colón. (Crédito: cedida a Infobae)

El impulsor de la propuesta explicó que en un cupo de 1.000 personas por día, 700 lugares estarían reservados “para la población que realmente necesita cruzar” y otros 300 quedarían disponibles para quienes no lo precisan. El coeficiente estaría dado por el sistema y sería anónimo: únicamente se identificaría a la persona con un número para habilitar (o no) el cruce.

Cabrera aclaró que no se crearía una agenda pensada para una varios días sino que los cupos se establecerían para el mismo día o, a lo sumo, el siguiente. “De esa forma, se organiza el cruce y los que realmente necesitan tendrán prioridad para cruzar y los que no necesitan tendrán que esperar el cupo correspondiente”, afirmó el ideólogo.

“Se trata de colocar perillas que permitan ir regulando, en función de cómo está la relación con Argentina, para que las comunidades del litoral no sigan padeciendo lo que están padeciendo actualmente”, argumentó.

(AP Foto/Natacha Pisarenko)(AP Foto/Natacha Pisarenko)

Este control en el cruce fronterizo mitigaría el impacto negativo de la diferencia cambiaria sin la necesidad de aplicar otras medidas, como la de hacer una reforma legal para habilitar la microimportación ni la restricción conocida como “cero kilo”, que implica la prohibición del paso de mercadería por las fronteras.

El comercio uruguayo reporta una disminución de sus ventas de entre el 30% y el 40% y la situación se acentúa en la frontera. Salto es el departamento que más sufre la diferencia cambiaria con Argentina: presenta un alto desempleo y falta de inversiones. Una de las explicaciones de los cruces queda explícita al ver la brecha de precios entre esa ciudad y Concordia: la uruguaya es un 180% más cara que la argentina.

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