El intendente Enrique Cresto tiene razón en relatar las gestiones y las gestas políticas para inscribir el aeropuerto en un programa binacional financiado por el BID. Pero esa historia oficial —que hoy se exhibe como “logro”— oculta decisiones clave que transformaron un proyecto estratégico pensado para cargas y exportaciones en una obra de cabotaje con impactos productivos limitados.
Es imprescindible que Cresto y quienes participaron del proceso asuman responsabilidades políticas y técnicas: el proyecto original (un aeropuerto de cargas) fue desnaturalizado y, por falta de impulso municipal y transparencia en la asignación de fondos, la ciudad perdió una oportunidad real de desarrollo exportador.
👉 Ficha oficial del BID
👉 Casa Rosada – anuncio de la obra
Cresto repasó la historia del aeropuerto y su actual relación con Azcué y Frigerio
El diputado provincial Enrique Cresto se refirió a aeropuerto binacional recientemente habilitado y recordó cómo fue que se gestó, durante la intendencia que lo tenía al frente del municipio de Concordia.
Cresto y el nuevo aeropuerto. En diálogo con Diario Río Uruguay, Cresto comentó que fue en el año 2016, “cuando con Andrés Lima -intendente de Salto por aquel entonces- fuimos a hablar con el Ministro de Infraestructura de Uruguay y con el ministro del Interior de Argentina, Rogelio Frigerio, para ver si podíamos encarar obras en las dos ciudades”.
Fue entonces, cuando “nos comentaron que el cupo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) estaba agotado para obras tanto en Argentina como en Uruguay, pero que había un cupo de obras binacionales que no estaba ocupado y se podía plantear por ahí». De allí que «presentamos el proyecto del aeropuerto para el lado argentino y el puerto de barcazas para el lado uruguayo”.
No obstante, mencionó que “a Andrés Lima se lo voltearon porque iba a llegar el tren (a Salto) y no daba para hacer un puerto de barcazas. Le dijeron que eligiera otro proyecto de aproximadamente 5 millones de dólares y eligió el Mercado Frutihortícola», pero del lado argentino «se avanzó con el proyecto original del aeropuerto”.
Bloqueo del proyecto
Entre otras cosas, Cresto manifestó que, por estos días, “escuché a algunos concejales del oficialismo (de Concordia), que hablaban sin saber, sobre el proyecto del aeropuerto de Concordia». Ante ello, explicó que “cuando vos haces proyectos de estas características, alguien lo tiene que pagar al préstamo. O lo pagan todos los argentinos, o todos los entrerrianos. En ese momento, el presidente (Mauricio) Macri dijo que no había problema si Entre Ríos quería un aeropuerto, pero que lo pagaran los entrerrianos. Entonces, había que priorizar una de las obras y el gobernador Gustavo Bordet tomó la decisión de aceptar el crédito para construirlo”.
Sin embargo, aclaró que “lo único que se tenía que firmar era la autorización del endeudamiento a los entrerrianos, pero cuando se tenía que firmar, el jefe de Gabinete (de Mauricio Macri) Marcos Peña, no lo hizo». Hubo que esperar al cambio de gestión «y los que si lo firmaron fueron el ministro Wado de Pedro y Silvina Batakis, que fueron los que reemplazaron en ese momento a Frigerio y a Caldarelli. Por eso se pudo llamar a licitación en el 2020-2021”.
(hoy un pequeño y nuevo aeropuerto para unos pocos y un posible turismo que no se ve en el horizonte , incluso alguna aerolínea de poca monta aun no logro concretar una frecuencia , asi que empecemos ser honestos en adjudicarse “logros , que no lo son en la medida que lo pintan .)
La génesis financiera (BID y alcance del programa)
El proyecto para la región de Salto Grande fue incluido en un programa financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por USD 50 millones destinados al desarrollo e integración físico-productiva de la región binacional (Argentina–Uruguay).
¿Dónde fueron los fondos?
De esos USD 50 millones, unos 32 millones se destinaron a la obra aeroportuaria. El resto fue absorbido por programas administrados por CAFESG y partidas derivadas a microemprendimientos productivos. ¿Dónde están los listados completos de beneficiarios y la rendición de esas partidas? Nadie lo explica con claridad.
De aeropuerto de cargas a cabotaje turístico
El proyecto original contemplaba un aeropuerto de cargas con pista extendida, hangares y galpones logísticos, bodegas y aduana en funcionamiento. Lo que se concretó fue una terminal para vuelos de cabotaje, sanitarios y turísticos, con oficinas para trámites aduaneros que aún están en construcción. Sin esos requisitos básicos, hablar de un “aeropuerto binacional” suena a título más político que operativo.
La oportunidad perdida
La decisión de priorizar cabotaje sobre logística internacional significó resignar una infraestructura transformadora: hoy Concordia no tiene salida aérea directa para exportar su producción, ni un nodo real que atraiga inversiones.
Fuentes verificadas y antecedentes oficiales
- Comunicado oficial Gobierno Argentino – financiamiento BID (USD 50M)
- BID – Programa de Desarrollo e Integración de la Región de Salto Grande
- Casa Rosada (19/02/2020): firma del convenio con el BID
- entrerrios.gov.ar – informes sobre readecuación (~USD 32M)
- Diario Río Uruguay – cobertura de habilitación (septiembre 2025)
- CAFESG – programas productivos y microcréditos
Lo que terminó inaugurándose en 2025 fue otra cosa: una pista apenas readecuada, una terminal cómoda y flamante, y servicios para vuelos sanitarios o comerciales de baja frecuencia. Ni un avión de carga. Ni aduana operativa. Ni empresas logísticas instaladas. Un aeropuerto de cabotaje, con suerte para turismo, sin el impacto productivo que se prometió.
Concordia es la ciudad con mayores índices de pobreza del país. Haber contado con un aeropuerto de cargas internacional significaba abrir mercados, atraer inversiones y crear empleo genuino. En lugar de eso, se eligió una obra que hoy es más foto política que infraestructura estratégica.
Si Cresto reivindica su papel en la gestión inicial, también corresponde reconocer públicamente qué se perdió por falta de impulso técnico y político. Los cuestionamientos y tiroteo político entre Cresto y Azcue no llevan a nada : la ciudad necesita explicaciones, auditorías y un plan real para recuperar la oportunidad de un aeropuerto de cargas que impulse el desarrollo exportador de toda la región incluso Salto Uruguay que fue condescendiente para su concreción .
Lo que debería pasar ahora: auditoría pública del crédito BID con detalle de beneficiarios y montos ejecutados; informe técnico independiente sobre qué falta para reconvertir el aeropuerto en plataforma de cargas; finalización inmediata y operativa de las oficinas aduaneras; participación real del municipio y de las cámaras productivas en una comisión de seguimiento.