Clara Lope, la actriz concordiense que fue convocada para dos películas de Hollywood

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La joven actriz concordiense está radicada desde hace tres años en Los Angeles y, pese a los obstáculos que tuvo, logra su espacio en ese competitivo mundo. A24 le realizó una entrevista a la joven de nuestra ciudad.

Lo primero que explica Clara Lope es que su apellido es así, como suena sin z final. Lo segundo que llama la atención de esta joven entrerriana no es solo su belleza evidente sino su profesionalismo y una actitud decidida que solo tienen aquellos que saben lo que quieren y están dispuestos a conseguirlo.

Y ella sabe lo que quiere desde los siete años, cuando en Concordia, su ciudad natal, comenzó a estudiar danzas y se dio cuenta que ese mundo, el del arte, era su mundo. “Todavía recuerdo la sensación al subirme a un escenario la primera vez.

La adrenalina, la emoción, el trabajo en equipo, el escenario fue lo único que me había hecho sentir eso en mi vida. Pero también amaba la preparación, los ensayos, las pruebas de vestuario, maquillarme, desarrollar un personaje y llevarlo a escena”, cuenta. Hizo incontables musicales, pasó infinitas horas ensayando, bailó por distintos lugares del país y no se detuvo jamás.

Lo suyo era pasión y vocación pero también formación. “Durante toda mi vida busqué capacitarme, con una preferencia por adquirir experiencia.

Además de estudiar danza, durante las vacaciones escolares viajaba a la Ciudad de Buenos Aires para realizar cursos intensivos en la Fundación Julio Bocca, una institución que siempre fue referente para mí”, narra y rememora que “desde ese tiempo admiro mucho a la actriz y productora Octavia Spencer, no solo por sus increíbles actuaciones sino también por las representaciones históricas de sus proyectos, que me enseñaron mucho en cuanto a ciertos conflictos sociales en Estados Unidos”.

En la adolescencia, Clara era feliz en el escenario y en el mundo del arte, pero la vida cotidiana no era tan simple. Fue a un colegio muy estricto y el día a día era muy complejo: “Había malos tratos de parte de la institución y en general se respiraba un mal ambiente. Llegaba a mi casa y no tenía más ganas de vivir, fue la época más oscura de mi vida. Siento que fue lo más difícil que tuve que superar para estar hoy donde estoy”.

En esa etapa compleja, el trabajo y la formación artística fueron su refugio, el espacio donde se sentía motivada.

Convencida de lo que quería, Clara le anunció a su familia que se dedicaría al arte. Las reacciones fueron distintas y algunas, dolorosas. “Algunas personas muy cercanas como primos y amigos me incentivaron siempre. Mi mamá, nunca me lo prohibió y siempre me acompañó”.

Su camino laboral comenzó a los 13 años. Su belleza le abrió algunas puertas en el mundo del modelaje. “Empecé haciendo desfiles a beneficio y comencé a tener más oportunidades, viajes por trabajo, campañas de moda, editoriales, catálogos, concursos de belleza, comerciales, spots publicitarios. Hacía todo lo que podía a nivel regional.

Cuando la oportunidad se daba me iba a Buenos Aires para trabajar, pero la situación era muy difícil porque siendo del interior, todo supone un esfuerzo extra”.

Al terminar el secundario, Clara decidió instalarse en Buenos Aires. Comenzó a estudiar periodismo y en simultáneo realizaba trabajos como modelo.

Hoy reconoce con humor que “buscaba constantemente oportunidades en un rubro en donde no conocía a nadie ni tenía ninguna referencia. Durante años participé en castings y no quedaba, o hacía fotos y no las publicaban, mandaba mails y no me contestaban”, enumera y reflexiona “supongo que es lo que nos pasa a todos cuando empezamos, pero ese fuego que quemaba dentro mío no me dejaba pensar en otra cosa que no fuera trabajar de lo que me gustaba”.

Después de seis años de “fracasos” y de pelearla todos los días le llegó la gran oportunidad.

Firmó con Tinto Talents, una agencia de talentos en Los Ángeles. “Recuerdo que me ofrecieron el contrato el mismo día que cumplí 19 años, era muy chica y representaba una oportunidad increíble. Miré mi vida y pensé: ‘acá no tengo nada’ y sin mirar atrás me fui. Hoy hace 3 años que son mi agencia y no podría estar más feliz de trabajar con ellos”.

Con la valija llena de ilusiones llegó a Los Angeles pero explotó la pandemia y todo se detuvo.

Las producciones se suspendieron por dos años. “Antes de viajar tenía miedo de que me pasara algo allá, porque la medicina es muy costosa. Pensé en muchas cosas malas que podría tener que llegar a afrontar, pero jamás imaginé algo así como el covid. Al principio fue un shock, porque quedé encerrada, sin familia ni amigos y con el temor de no tener dinero para vivir”, relata la actriz. Sin embargo la empresa que la había llevado, le asignó otras tareas de producción hasta que la pandemia terminara y pudo salir adelante.

“Fue una sorpresa, pero aproveché esos meses para ambientarme a mi nueva ciudad, viajar y conocer California, por suerte las restricciones no eran tan estrictas, por lo que no la pasé mal. Además, a los meses de llegar me puse en pareja y hasta el día de hoy vivimos juntos”.

Al poco tiempo de instalarse, Clara conoció al productor Ángel Cassani y empezó a trabajar con él.

“Me enseñó casi todo lo que sé sobre la industria, no solamente es un gran profesional sino también una gran persona, es un referente para mí”, cuenta.

En 2020 trabajaron en Home Sweet Home un thriller ganador en el Festival de Tribeca. Luego en la mega-producción de su estudio Land of Grace, donde la joven entrerriana tuvo la oportunidad de compartir pantalla con Josh Hutcherson, de The Hunger Games, la ganadora del Oscar Melissa Leo y Frank Grillo, de Captain America.

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