Festividad de San Juan Bautista. Una tradición antropológica de los correntinos

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El Licenciado José Humberto Miceli, Director del Gabinete de Investigación Antropológica de Corrientes, abordó los aspectos antropológicos de la festividad de San Juan Bautista. 

El 23 de junio, en la víspera nocturna, se celebra la festividad en honor a San Juan Bautista, santo patrono de la ciudad de Corrientes. Uno de los elementos más destacados de esta celebración son los famosos fuegos de San Juan. “Estos juegos consisten en encender luminarias y fogatas en diferentes lugares, pero el elemento central es el “tatalle Hassa”, que consiste en caminar sobre brasas ardientes. Este pasaje sobre las brasas, que tiene una longitud de 7 a 9 metros, es una forma de cumplir promesas y expresa devoción hacia el Santo Patrono de Corrientes, San Juan, en busca de protección y cuidado2, explicó Miceli.

“Sin embargo, el “tatalle Hassa” no es el único aspecto celebrado en esta festividad. Además, se encuentra el tradicional “palo enjabonado en la bola Tatá”, que consiste en pasar una bola de fuego entre las personas. Agarrar esta bola de fuego simboliza la protección y bendición del Santo, y demuestra que aquellos que lo practican creen en su poder milagroso. También se lleva a cabo un ruedo en el que los participantes se pasan brasas encendidas, impidiendo romper el círculo. Aquellos que reciban las brasas y no las dejan caer debido al temor que les produzcan, deben encomendarse al santo para obtener protección y bendiciones, superando así su miedo, explicó Miceli.

“Otro elemento destacado es el “toro candil”, que consiste en una cabeza de toro colocada sobre algún objeto con ruedas, como una bicicleta. Los cuernos del toro están encendidos con pequeñas llamas, y el “toro candil” persigue a las personas. Aquel que es tocado por el “toro candil” debe realizar alguna prenda, plegaria o acción encomendada a la protección del santo”, agregó el antropólogo.

Desde tiempos milenarios hasta el presente, el fuego ha sido un elemento central en esta festividad. Representa la purificación y la idea de estar libre de pecados y malas intenciones, buscando alcanzar un espíritu limpio. Además, se llevan a cabo otros, como la quema de muñecos, que contienen plegarias y deseos para que se cumplan, como la sanación de un familiar o la concreción de un enlace amoroso. También se utilizan maíces con letras del abecedario para determinar el futuro cónyuge de una persona, según el lugar donde la gallina que vienen estos maíces se dirige, sumó el especialista.

Estas prácticas se llevan a cabo en diferentes localidades de la provincia de Corrientes, incluyendo los barrios y alrededores de Mendoza al sur. También se encuentran arraigadas en iglesias como la de San Juan Bautista y en lugares como Caá Cati. 

Paula Escalante 

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