Nicolás Maduro busca desarticular el discurso de los Estados Unidos, quién lo acusa de liderar el Cártel de los Soles, una pieza clave del narcoterrorismo.
Estados Unidos apunta todos sus cañones contra Nicolás Maduro, acusado de ser el líder del Cártel de los Soles, mientras el oficialismo de Venezuela busca mostrarse fuerte ante la máxima potencia militar del mundo y articular un discurso que desmienta a Washington.
Tanto Estados Unidos como Venezuela mueven una pieza día a día, pero con distintos fines. Mientras Washington se muestra como el libertador del Caribe, Caracas potencia la imagen de que solo se trata de bravuconadas.
En primer lugar, Estados Unidos envió una poderosa flota militar de buques de asalto, aviones de reconocimiento y cazabombarderos, y miles de marines, con la misión de bloquear la zona de posibles operaciones narco en la región. El principal apuntado en este caso es Nicolás Maduro, líder del régimen y quien sería la cabeza del Cártel de los Soles.

El buque estadounidense navega actualmente por el Océano Atlántico en dirección al Caribe.
Marina de Estados Unidos
Venezuela, por su parte, empezó con la construcción del relato de una épica resistencia a la invasión del “imperio”. En primer lugar, Nicolás Maduro empezó a criticar la militarización de la región, para luego llamar a la población a armarse (principalmente al campesinado) y cerrar con grandes marchas y desfiles militares. Mientras tanto, los funcionarios operan mediáticamente para instalar que Estados Unidos miente y que Venezuela necesita de todos.
Mientras tanto, la defensa de Colombia a la ilegalidad del ataque es mucho más fuerte que la de Tarek William Saab, fiscal general de Venezuela, quien explicó, con muy pocos detalles: “Todo apunta a que el video fue hecho a través de inteligencia artificial”.