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La avena es un alimento que podemos ingerir cada día y que puede tener efectos positivos en nuestro organismo, ayudando entre otras cosas a reducir factores de riesgo cardiovascular. Por eso, te mostramos cómo afecta su consumo a la presión arterial y el colesterol.
La avena y su impacto en la salud
Tanto niveles elevados de colesterol en sangre como de presión arterial son considerados factores de riesgo para la salud del corazón y por ello, se aconseja su control mediante diferentes hábitos de vida.
Una dieta de calidad puede ser de gran ayuda para prevenir dislipemias y también para reducir al máximo riesgo de hipertensión arterial, siendo la avena un alimento recomendado para incluir en la mesa diaria.
Así, hay estudios que señalan que el consumo regular de avena reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y también nos aleja de otras enfermedades metabólicas como la diabetes, la obesidad o la aterosclerosis.
La avena es fuente de fibra soluble y también de esteroles vegetales que nuestro organismo contribuyen a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos disminuyendo por ello, la probabilidad de sufrir dislipemias.
En concreto, el compoente activo de la avena son los betaglucanos, que también se encuentran en otros granos y en legumbres, y son un excelente alternativa para controlar los lípidos en sangre.
Contra la hipertensión arterial, la avena posee diferentes nutrientes con acción beneficiosa como la fibra, el potasio y el magnesio, siendo una alternativa baja el sodio y muy saciante.
Así es como el consumo de avena impacta sobre los niveles de colesterol y de presión arterial, ayudando a proteger la salud cardiovascular y beneficiar al organismo.
