Sergio Massa y Javier Milei movilizarán a más de 105.000 fiscales cada uno para controlar la elección

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Afirman además que contarán con hasta cuatro boletas por votante para afrontar los posibles robos; el costo del operativo ronda los $2000 millones

Envueltos en la bruma de un supuesto “fraude colosal” que La Libertad Avanza denuncia que habría ocurrido en las horas que siguieron a la primera vuelta del 22 de octubre –versión que la Cámara Nacional Electoral desmintió de manera tajante-, los equipos de campaña de Javier Milei Sergio Massa avanzan con los últimos detalles de sus operativos de control electoral, para los cuales movilizarán más de 105.000 fiscales y que tendrá un costo que superará los $2000 millones, según adelantaron fuentes de ambos espacios.

“Si sacamos dos o más puntos de ventaja, se termina la discusión; si no… será una larga noche”, vaticinó una de las figuras que coordina la fiscalización para Milei. En el espacio libertario confían por estas horas en que ganarán el balotaje -y que será por amplio margen-, pero ultiman los aprestos por estas horas. Temen que, de darse un escenario parejo, intenten sobornar a sus fiscales en distritos determinantes o, más brutal, les manoteen el triunfo

“La primera clave pasará por la reposición continua de boletas”, replicaron desde el búnker de Unión por la Patria, donde también ajustan fiscales, mesas testigo, viandas y traslados, entre otros ítems para Massa. “Fiscalización y escrutinio son dos partes del mismo todo”, afirman. “Parece una obviedad, pero esto no termina hasta que la tendencia sea claramente irreversible para uno u otro”.

Ambos equipos esperan, eso sí, que el recuento de votos sea más rápido y que la Dirección Nacional Electoral (DINE) comience a difundir los primeros resultados más temprano que las noches de las PASO, el 13 de agosto, y de la primera vuelta, del domingo 22 de octubre. Pero eso dependerá de lo que ocurra en bastiones clave; entre ellos, el conurbano bonaerense.

“Y sí, obvio, la provincia de Buenos Aires será la ‘madre de todas las batallas’, porque ahí es donde si te distraés, es un colador. Es tan grande, tan compleja, que es como un Frankenstein y nadie puede supervisarla por sí solo, ni que fueras Superman”, admitieron desde las oficinas que La Libertad Avanza ocupan sobre la avenida Libertador.

Dentro del espacio libertario, el coordinador del equipo de fiscalización sigue siendo Guillermo Ferraro, quien sobrellevó los intentos de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Guillermo Dietrich y otros rostros conocidos de un sector del PRO por asumir la logística, coordinación y supervisión de los fiscales en todo el país. “Te diré que no fue fácil y hubo algunos roces lógicos, pero después la cosa se ordenó”, grafican.

El eje en el que Macri insistió una y otra vez, sin embargo, fue el “control de calidad” de los fiscales. En otras palabras, redoblar los esfuerzos para que arietes del oficialismo no logren captar a los fiscales libertarios con promesas varias o, más crudo, con dinero en efectivo. “El domingo, por ejemplo, Macri tuvo un Zoom con dirigentes de todo el país y les preguntó a todos si confiaban en sus fiscales. Fue yendo, uno por uno, preguntándoles si tenían alguna duda sobre algún fiscal o si en algún lugar había que directamente cambiar a los que estaban. Ése es el riesgo que avizora”, indicó una fuente del PRO al tanto de las deliberaciones.

En ese sentido, libertarios y oficialistas se encargarán de cubrir las necesidades de sus fiscales, lo que puede abarcar desde las viandas y el traslado al pago de viáticos por entre 10.000 y 20.000 pesos para cada voluntario. La Libertad Avanza asumirá los costos de su gente, en tanto que el PRO solventará a los propios, un costo que desde Unión por la Patria indicaron que afrontarán los gobernadores o, incluso, los intendentes en sus distritos.

Junto a Ferraro afirmaron, en tanto, que para el balotaje decidieron privilegiar la “territorialidad”. Es decir, que los dirigentes que están en los distritos continúen al frente de la fiscalización. “Si conocen el terreno y funcionaron bien hasta ahora, ¿por qué los vamos a cambiar? Que sigan ellos y que los que se suman [del PRO] sirvan de refuerzo”, argumentaron.

En ese sentido, desde La Libertad Avanza sostienen que, ante el riesgo de un eventual fraude o de “picardías” electorales, ya se garantizaron contar con más de un fiscal en cada una de las 104.577 mesas de votación habilitadas en todo el país, lo que combinarán con una lista de voluntarios disponibles para cubrir cualquier faltante o imprevisto. “De hecho, estamos tan cubiertos que hemos comenzado a enviarles e-mails a quienes siguen ofreciéndose para agradecerles”, celebraron.

Si ya alcanzaron la cantidad suficiente de fiscales, sin embargo, Ferraro y su gente repasan por estas horas cómo se está implementando la fiscalización y reposición de boletas en cada uno de los distritos. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, el ida y vuelta permanente es con el armador Sebastián Pareja, mientras que los equipos que desde el PRO responden a Paula Bertol –quien estuvo al frente de la fiscalización en la campaña de Bullrich- completa por Zoom las últimas capacitaciones de fiscales.

Si durante las semanas previas a las PASO, los colaboradores de Milei se ufanaron de las aplicaciones tecnológicas que habían desarrollado para alertar sobre problemas con los fiscales o las boletas o el recuento, un punto débil que mostró La Libertad Avanza fue que no contó con las llamadas “mesas testigo”. Ese fue un activo que, indicaron desde el PRO, acercó el otrora ministro de Infraestructura Dietrich.

Por su parte, desde Unión por la Patria indicaron que en la recta final hacia el balotaje ya están “muy organizados”, con más de 107.000 fiscales en todo el país. Con la ventaja que puede darles ser una fuerza de alcance nacional con décadas de rodaje electoral, indicaron que sólo en la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, desplegarán 40.000 fiscales entre las 6600 escuelas y 6400 centros de transmisión.

En esa línea, si Pareja quedó a cargo de coordinar la fiscalización en el territorio bonaerense para Milei, la encargada para Massa en el distrito donde vota el 37% del padrón nacional es la senadora provincial María Teresa García. Desde hace semanas suma reuniones por Zoom y fatiga los teléfonos de coordinadores y fiscales, los mismos teléfonos a los que recurrirá, como hizo el 13 de agosto y el 22 de octubre, para “tomarle la temperatura” al balotaje. Lo hará a primera hora, al mediodía y sobre el cierre de la votación.

El termómetro telefónico de García, explicaron junto a Massa, correrá en paralelo a los datos que los fiscales de Unión por la Patria asignados a cientos de “mesas testigo” deberán comunicarle de manera directa al búnker donde el candidato oficialista esperará los resultados oficiales que podrían llevarlo a la Casa Rosada desde el 10 de diciembre.

Desde el oficialismo sostienen que ya completaron toda la logística, en tanto que los libertarios detallan que prepararon cuatro padrones y medio de boletas –lo que equivale a 180 millones de papeletas– ante el temor de que afronten un robo sistemático en los cuartos oscuros y centros de votación. “La clave será distribuirlas poco a poco”, afirmaron. “Porque si al abrir la mesa dejás 300 en el cuarto oscuro, a los 5 minutos se las roban”

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