LA ESPERANZA NUNCA SE PIERDE.

Compartir esta información

Algunas candidaturas y escenarios del ámbito local como nacional, no dejan de sorprender, aunque en algunos aspectos es absolutamente esperable debido al gran mal humor social existente, como lo hemos dicho en varias oportunidades desde estas páginas y mucho antes de las distintas elecciones desdobladas, como la de ayer en la provincia de Santa Fe.

Era esperable lo ocurrido con el triunfo de Pullero para JXC, versión santafecina que posiciona aún mejor el candidato Rodriguez Larreta por encima de las aspiraciones de la ex ministro de Macri, Patricia Bullrich. A mi entender, al ser uno de los distritos más grandes del electorado argentino, sin ser definitivo pero con la seguridad que el mal desempeño y manejo de temas puntuales han contribuido a un rechazo muy fuerte contra la propuesta del oficialismo, que con la presencia del ministro Massa, es una suerte de encolumnamiento total sobre todo lo que tiene que ver con el oficialismo que amenaza con producir una derrota catastrófica y un castigo electoral muy fuerte que posiblemente produciría todo un arrastre cual efecto “cascada”, por todas las jurisdicciones electorales como lo vemos en las elecciones que ya se han producido al desdoblarse.

Analizar los distintos distritos indefectiblemente lleva a pronosticar una fuerte derrota del oficialismo, como una suerte de castigo generalizado, que encuentra muchos motivos en el razonamiento del electorado, que van desde la política cambiaria que detenta una tremenda devaluación de nuestra moneda, con una inflación galopante que constantemente amenaza con una hiperinflación que los argentinos que “peinamos canas”, ya conocimos en tiempos no tan lejanos.

Otros de los aspectos muy tenidos en cuenta es la tremenda inseguridad que se vive en la mayoría de las ciudades del país, especialmente en las grandes urbes.

En este breve análisis, estoy seguro que no se deja de lado la tremenda carga impositiva de un Estado que abruma con la misma a todos los argentinos y que hace que cunda el “sálvese quien pueda”, especialmente en la disminuida clase media, otrora el motor del desarrollo del país.

Son muchos los aspectos que seguramente son o deberían ser tenidos en cuenta por todos, no solo los candidatos, pero hay uno que, al menos en mi opinión, es el más importante y trascendente que es la caída de la calidad educativa y toda las consecuencias y en tal sentido no veo mucha propuesta al respecto ni compromiso a modificar el actual “status quo” en torno al tema.

Las mismas propuestas en general se basan en aspectos que impactan directamente en el bolsillo de los argentinos, pero que a mayoría de los candidatos tuvieron la oportunidad y no los solucionaron. Es siempre más fácil responsabilizar “al otro”.

El otro es el culpable y así, se intenta la perpetuidad en cargos del Estado en cualquiera de sus variantes, locales, provinciales y/o nacionales. Venimos, me incluyo entre muchos, que en tiempo de elecciones nos hemos acostumbrados a “optar” por el menos malo y no “elegir”, como hubiese sido dable esperar, pero, a pesar de lo que sostuvo hace mucho tiempo Eduardo Galeano antes de irse de “gira” que “si el voto sirviera para algo, ya estaría prohibido”, resulta esperanzador que la sociedad argentina se apreste a depositar en una urna el papelito que determinara si lo que hicimos es para elegir al “mesias o al verdugo”, quizás por aquello de nunca hacernos una “autocritica” como sociedad ya que resulta mucho mas fácil adjudicar a la clase política, que obviamente la tienen, pero nunca como sociedad o la parte que nos toca.

Tal vez por ignorarlo, o simplemente por aquellos de LA ESPERANZA NUNCA SE PIERDE.

Juan Jose Cornu

Compartir esta información