
Díaz llevaba más de un año detenido y había denunciado abandono médico sistemático.
El régimen narcoterrorista de Nicolás Maduro sumó este viernes una nueva víctima mortal en su red de centros clandestinos: el exgobernador venezolano y preso político Alfredo Díaz, quien falleció dentro de El Helicoide, la prisión del SEBIN señalada internacionalmente como uno de los espacios de tortura más brutales del chavismo. Su muerte constituye el hecho de mayor relevancia institucional ocurrido en custodia desde que el régimen tomó el poder: el primer asesinato de una autoridad política de ese rango bajo responsabilidad directa del aparato represivo.
La noticia fue confirmada por la activista y exembajadora Elisa Trotta, quien denunció que se trata de “otro inocente asesinado lentamente por esta narcotiranía criminal”. Desde las elecciones del 28 de julio de 2024, más de diez presos políticos murieron en cautiverio, un patrón que evidencia la degradación sistemática del sistema penitenciario bajo la dictadura y su uso como herramienta de exterminio político.

Alfredo Díaz. | La Derecha Diario
Díaz, concejal, alcalde del municipio Mariño y exgobernador del estado Nueva Esparta, llevaba más de un año detenido en el Helicoide. Diversas organizaciones habían advertido que su salud se deterioraba rápidamente y que se le negaba atención médica pese a padecer problemas cardíacos conocidos por el régimen. La dirigencia de Acción Democrática calificó la detención como “injusta y arbitraria” y responsabilizó al Estado venezolano por su muerte.
El opositor Leopoldo López también apuntó directamente al régimen. Recordó que Díaz “llevaba meses solicitando atención médica y se la negaron”, y que su muerte constituye una ejecución encubierta. López subrayó que cada fallecimiento bajo custodia del Estado “es una muestra más de la naturaleza criminal del chavismo”.
A los señalamientos se sumó el exalcalde metropolitano Antonio Ledezma, quien sostuvo que lo ocurrido “no fue una muerte natural sino una ejecución silenciosa del régimen”. Ledezma enfatizó que el gobierno sabía del cuadro cardíaco del dirigente y aun así lo mantuvo sin asistencia, lo que convierte al hecho en un homicidio a cámara lenta. También recordó el vínculo personal y político con Díaz y exigió que la Corte Penal Internacional actúe frente a los crímenes continuados del aparato chavista.
