De amante del Rey a Reina de Inglaterra, la culminación de un plan maestro

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Hablamos con el excapellán de la Reina Isabel II sobre cómo es Camila Parker Bowles y su camino hasta llegar a ser coronada

Contemplar a la Reina Camila vestida de blanco en procesión hacia el altar de la Abadía de Westminster, con la música de Händel elegida por el propio monarca, seis coros cantando y la orquesta de la coronación conducida por el director de la Royal Opera House será la culminación de un anhelo personal de Carlos III. Enardecido el espíritu y con las campanas de Inglaterra repicando de alegría en tiempo de Pascua de Resurrección, la época favorita del Rey, esta celebración será muy diferente a su boda con Camila hace dieciocho años.

Si aquella no pudo ser «la boda del siglo» como fue calificada la de Diana, ahora la coronación de sus majestades Rey Carlos III & Reina Camila será el enlace Real que no pudo darle a su amada y con la que hubiera preferido casarse aquel verano de 1981 en la catedral de San Pablo. La tarjeta de invitación a la coronación con el blasón del soberano a un lado, el del padre de Camila, Mayor Bruce Shand al otro y los nombres de los Reyes unidos con un ampersand es igual que una participación de boda. Enmarcada por una guirnalda dibujada de plantas silvestres entrelazadas con las flores de Reino Unido y animalillos de inspiración arturesca, nos transporta a un cuento de hadas en primavera, cuando todo renace. Así es la coronación que Carlos ha diseñado para su querida esposa.

Al excapellán de Isabel IIGavin Ashenden, le preguntamos si alguna vez pudo imaginar que Camila llegaría a ser Reina de Inglaterra y coronarse al lado del soberano: «Sí, por supuesto porque ese era el plan de Carlos, esa fue siempre su intención y él ha estado con mucho cuidado tratando de asegurarse de que esto pudiera suceder, ha estado muy bien asesorado. Ese ha sido el plan maestro en todo momento». Llegar hasta aquí no ha sido un camino de rosas, aunque durante todos estos años Camila ha tenido la maquinaria de Buckingham a sus pies.

Algunos periódicos ya la llaman «La Reina», tratamiento cuasi mágico reservado hasta ahora a Isabel II, como ‘The Times’ que presume de ser el primero en haber suprimido la palabra consorte. «La otra», como la llama su hijastro, el Príncipe Harry, en sus polémicas memorias, pasó de ser Mrs. Parker Bowles, su apellido de casada que mantuvo durante décadas, a Duquesa de Cornualles tras contraer matrimonio con el heredero pues nunca utilizó el título de Princesa de Gales por motivos obvios. En aquella fecha Buckingham Palace hizo público que cuando Carlos accediera al trono, recibiría el tratamiento de Princesa Consorte. Pero la institución tenía planes más elevados para la que fue amante del Rey.

El año pasado, al comienzo de las celebraciones de su jubileo de platino, Isabel II sorprendía a la nación al anunciar que «era su sincero deseo» que cuando Carlos se convirtiera en Rey, Camilla fuera «Reina Consorte». Ese testamento en vida de la soberana era el gran espaldarazo a Camila por «su leal servicio», cumpliendo así el deseo expreso de su hijo Carlos que ha ido un paso más allá de lo que decretó su madre. En su coronación el próximo sábado 7 de mayo, a sus 75 años, subirá el máximo peldaño al convertirse en la Reina Camila, como ya aparece en una edición de la Biblia con motivo de la deseada fecha.

Boda privada

Si Lady Di se casó en la catedral de Londres, Camila tuvo que conformarse con una sala municipal en la primera planta del Ayuntamiento de Windsor porque «la mujer más odiada de Reino Unido» en la década de los 90 no podía casarse en palacio. El ambiente en las calles de Windsor por el enlace de Carlos con Camila el 9 de abril de 2005, del que informé como periodista, no era ni muy festivo ni exultante. El entonces Príncipe de Gales y Camila, ambos divorciados, habían tenido que esperar ocho años desde la muerte de Diana para poder contraer matrimonio civil.

Imagen principal - Arriba; La futura Reina de Inglaterra consiguió el respaldo de su suegra Isabel II. Izquierda; Carlos de Inglaterra y Camila de cacería cuando eran amantes. Derecha; Camila será ungida con el óleo sagrado destinado a los soberanos
Arriba; La futura Reina de Inglaterra consiguió el respaldo de su suegra Isabel II. Izquierda; Carlos de Inglaterra y Camila de cacería cuando eran amantes. Derecha; Camila será ungida con el óleo sagrado destinado a los soberanos GTRES

A la boda no asistió la Reina Isabel que sólo acudió al servicio religioso posterior en la capilla de San Jorge porque como recuerda Harry en su libro «mi abuela le había dado permiso a mi padre para casarse a regañadientes según publicó la prensa». Los que sí estuvieron presentes fueron los Príncipes Guillermo y Harry, aunque ambos ya le habían pedido a su padre que «no se casase con ella», como ha desvelado el Duque de Sussex. Para colmo de males el mundo estaba de luto por la muerte de Juan Pablo II y la boda tuvo que retrasarse un día para que no coincidiera con el funeral del Papa, al que asistió Carlos en representación de la Reina.

Humilde y competente

Camila conoce a Carlos desde hace más de 50 años, llevan 18 años casados y en todo este tiempo ha sido el gran apoyo del Rey. Es la «lady boss», como la llaman en su círculo más cercano, a quien recurre el staff de Palacio para interceder ante el Rey y la que le sujeta la estilográfica en momentos de tensión. Pero ¿cómo es Camila? Ashenden, que después de ser capellán de Isabel II durante nueve años se convirtió al catolicismo y pertenece a la misma generación que la flamante Reina, nos asegura que «es una mujer humilde, interesante, amable, competente que se lanzó poniéndose en un segundo plano y ha servido a Carlos y a la monarquía con gran capacidad. Se ha comportado exactamente de manera correcta», aunque añade que «no a todo el mundo le gusta, todavía muchas personas la ven como una usurpadora de la princesa Diana». Sólo el 38% de los ciudadanos tiene una opinión positiva de ella. Sus detractores son los mayores de 55 años, que no olvidan la controvertida figura que fue y la culpan del fracaso del primer matrimonio de Carlos.

Dolida por Harry

Por primera vez un miembro del círculo íntimo de Camila ha hablado. La marquesa de Lansdowne, una de sus mejores amigas, ha desvelado que Camila está «dolida» por la traición de Harry «pero no deja que la afecte». El hijo menor del Rey la acusa de haberlo sacrificado filtrando noticias a la prensa que le perjudicaban para su beneficio propio y el de Carlos, y así mejorar la popularidad de ambos, una campaña que empezó hace años. Y aunque «no era la malvada madrastra de los cuentos», la califica de «peligrosa». Precisamente en la ceremonia de coronación se verán por primera vez las caras después de la publicación del bestseller y está por ver si Harry tendrá que pasar por el mal trago de hacerle una reverencia.

Tres de los cinco nietos y un sobrino nieto de Camila, todos ellos varones, serán sus pajes de honor, «un reflejo de que la monarquía es una familia unida», dicen fuentes próximas a Buckingham, refiriéndose, es de suponer, a los Parker Bowles. Le ayudarán a llevar la cola y sujetarán el palio en el momento de la unción con óleo sagrado, un rito reservado para el soberano, aunque según el profesor Bob Morris, de la Constitution Unit de la Universidad College London, Camila «será ungida con más moderación». «Tu padre siempre se sale con la suya», le dijo la Reina Isabel a su nieto Harry. Y así ha sido. Las miradas de complicidad que se crucen los Reyes ante el arzobispo de Canterbury mientras posen a Camila la histórica corona de la Reina María sobre su cabeza serán un reflejo de lo que ambos han conseguido juntos. La mujer que durante años parecía ser un obstáculo para que Carlos llegara a ser Rey de Inglaterra será coronada junto a su esposo vestida con un traje de novia creado por Bruce Oldfield, el diseñador británico que vistió a Lady Di.

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