Cuál es la preocupación que tienen hoy los argentinos que emigran a Uruguay

Entre los argentinos que emigraron a Uruguay en los últimos tiempos surge una preocupación: el alto costo de vida en ese país. Si bien pertenecen a sectores de alto poder adquisitivo, después de los primeros tiempos de estadía comienzan a poner los ojos en su nivel de gastos.

Desde hace al menos dos años, el tema de los argentinos que emigran a Uruguay es noticia. El pico se produjo en 2021, con 12.489 pedidos de residencia. En 2022 bajó a 7.200, pero el flujo se mantiene por arriba de los niveles de años anteriores.

Esta última gran oleada que se produjo desde la reducción de las restricciones por la pandemia estuvo marcada por un sector social de alto poder adquisitivo.

Esto quedó reflejado, por ejemplo, en un dato colateral: la demanda de matriculaciones en los colegios privados más exclusivos de ese país.

Un caso que fue emblemático para mostrar esta tendencia es el del International College de Punta del Este. Esta institución tuvo la particularidad, en 2022, de pasar a tener más alumnos argentinos que uruguayos.

El año pasado llegó a contar con un total de 560 alumnos, entre sus tres niveles académicos, de los cuales 230 provenían de Argentina y 210 eran uruguayos. El resto se repartían entre brasileños, estadounidenses y de otros países.

Para el nuevo ciclo que comienza en pocos días, se sumarán unos 60 nuevos estudiantes. Márcia Alves, responsable del departamento de Admisión del IC adelantó que la mitad de los nuevos ingresos son argentinos.

Pero el dato novedoso que reveló esta directiva es el curioso giro que percibe en el comportamiento de los argentinos que están emigrando y los que ya lo hicieron.

“A diferencia a lo que sucedía hasta hace poco, los argentinos que llegaban no mostraban preocupación por los costos. Era del sectores del alto poder adquisitivo. Últimamente, se nota un cambio. Ahora están preocupados por el costo de vida en Uruguay”.

El problema no se limita al valor de la cuota del colegio, sino que va más allá. Según Alves, en las conversaciones que mantiene con las familias interesadas en enviar a sus hijos a este colegio surge la preocupación por el alto valor de los alquileres, de la comida y otros gastos tradicionales. Después de los primeros tiempos de estadía, la cuestiones del costo de vida es algo en la que están cayendo muchos emigrados.

Es sabido que Uruguay es un país caro para los devaluados bolsillos argentinos. En esta temporada de verano quedó demostrado en infinidad de notas periodísticas sobre lo que cuestas distintos bienes en ese país en relación a la Argentina.

Para tener una idea, el salario mínimo uruguayo equivale a unos US$540, mientras que en la Argentina es de US$180, si se tiene en cuenta que actualmente es de $67.743. Con un “blue” rondando los $380, ese es el número.

Otro dato para comparar es el de la cuota de este colegio. Parte de US$460 para el nivel de kinder hasta US$1.200 en los últimos años de secundaria. Esto valor duplican la cuota en dólares de los colegios más caros de la Argentina.

“Estamos viendo que gente que vive muy bien en la Argentina, cuando llega a Uruguay tiene que hacer cuentas para mantener el mismo nivel de vida”, dijo Alves.

Pese a esto, el país vecino sigue siendo atractivo para los argentinos. Además de una situación política más estable y de reglas claras sostenibles, la cuestión económica es totalmente diferente. Si bien está teniendo una inflación elevada, está lejos de los niveles argentinos.

Esto hace que no solo haya una flujo de emigración hacia ese país sino que también se traslada a las inversiones. El sector inmobiliario uruguayo, por ejemplo, está recibiendo importantes capitales argentinos.

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